“El 50% de los alumnos en el Secundario tiene problemas en su trayectoria educativa”

En la continuidad de las entrevistas que viene realizando EL DIA, para determinar los factores que impactan sobre la calidad educativa en los distintos niveles, tanto en la Región, en la Provincia como en el país, ahora brindó un amplio análisis sobre el cuadro de situación actual el Consejero General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Diego Julio Martínez.

Durante la charla compartió datos contundentes sobre las dificultades en el aprendizaje que tienen numerosos estudiantes, la deserción que se produce, los factores que influyen en el proceso educativo, el quiebre que se da en el paso de la Secundaria a la Universidad y cuestiones a las que habría que atender para apuntalar un camino hacia una educación de excelencia.

“Tenemos problemas de aprendizaje y de trayectoria educativa en el nivel secundario”

A continuación, los conceptos que dejó Martínez.

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- ¿Hay una crisis terminal en la educación primaria y secundaria?

- Hay muchos problemas, y esos problemas tienen que ver con una tradición. Digamos, cuando uno analiza un sistema educativo no se puede detener en la fotografía, que es el resultado de una prueba de evaluación. Hay una historia detrás. Y esa historia pesa. La Argentina tuvo un sistema educativo muy eficiente, que logró datos centrales como alfabetizar rápidamente a su sociedad, un progreso en su sistema universitario, en su sistema científico, somos el único país con tres premios Nobel de Ciencia. Entonces, esa tradición en algún punto empezó a perder esa impronta y esa capacidad de dar resultados, y eso se empezó a manifestar claramente cuando Argentina empieza a ser comparada. Eso comienza a manifestarse claramente a partir de los años 90. Pero no es una cosa acusatoria en términos políticos, es un dato de la realidad donde los datos empiezan a ser una herramienta muy fuerte para la toma de decisiones de educación.

- ¿Tiene que ver también con el descenso del Producto Bruto de la Argentina per cápita, comparativo con los países de América Latina?

- Es probable, pero también es cierto que es cuando el mundo global empieza a ser parte de una realidad y la educación requiere ser transformada. La educación formada para la idea de un estado-nación tan eficiente como fue el caso nuestro, puesta en ese contexto empieza a tener mayores dificultades. ¿A raíz de qué? Bueno, en primer lugar porque esa tradición con una centralidad muy fuerte por parte del Estado empieza a tener las dificultades de su funcionamiento. Entonces las escuelas empiezan a tener este problema. Nuestras escuelas eran heterogéneas socialmente y eso les da una dinámica fenomenal. La escuela pública en la Argentina tenía esa condición. Las escuelas empiezan a volverse homogéneas socialmente. Empieza a haber escuelas claramente diferenciadas, crece fortísimo el sector privado. El dato hoy en la provincia de Buenos Aires: un tercio de la matrícula concurre a escuelas de gestión privada. Las escuelas públicas tienen características muy parecidas a donde se desempeñan. No tienen esa heterogénea social. Eso queda para el interior profundo de la provincia de Buenos Aires. En los centros urbanos no. Y eso empieza a tener problemas. Y esos problemas tienen que ver con cierta segmentación y escuelas que, en términos comparativos, dan resultados diferentes.

“Problemas de aprendizaje”

- En el tema de la enseñanza, comparativamente ahora que hay estadísticas, ¿hemos bajado? ¿Hemos descendido en el nivel?

- Si comparamos lo que Argentina fue, que era el faro de la referencia educativa de Sudamérica y casi de América Latina, eso está claro que sí. Tenemos problemas de aprendizaje y de trayectoria educativa en el nivel secundario, bueno, uno tiene que focalizarse en cada nivel para ver cuál es esa solución. Yo le diría que de los niveles obligatorios el mayor problema hoy está en el nivel secundario sin lugar a dudas. Por dar un dato, el 50% de nuestros alumnos en nivel secundario tienen problemas en su trayectoria educativa. O sea, alguna vez tienen dificultades o abandonan un tiempo o repiten alguna dificultad e interrumpen ese proceso. Y solo el 13% de nuestros alumnos llegan a finalizar en tiempo y forma la secundaria y con los aprendizajes básicos necesarios.

- ¿Las causas son siempre económicas o hay otros motivos?

- Los resultados de las pruebas Aprender dicen que el mayor predictor de resultados tiene que ver con el nivel económico de las familias. Y eso atraviesa a la escuela pública y a la escuela privada. Ese es un dato fuerte.

La deserción, un factor clave

- ¿La deserción en el secundario es importante?

- Hay un problema de trayectoria, es decir, ¿qué pasó en la Argentina? En Argentina, la escuela secundaria se volvió obligatoria en el año 2006. Cuando yo fui a la escuela hace 40 años, a la secundaria solo ingresaba el 50% de los que terminaban la escuela primaria. No solamente se amplió la base de esa matrícula escolar, sino que la escuela secundaria tenía una forma claramente meritocrática, por materia, donde la deserción no era un problema. Hoy es un problema porque es obligatoria. Entonces los países hicieron dos cosas, en general. Trabajaron sobre formatos de compensación, es decir, de recuperación de contenidos de los alumnos que tenían dificultades y otros desarmaron los esquemas de trayectoria anual y siguieron formatos más por materia. Nosotros estamos a mitad de camino y ya llevamos casi 20 años con el formato de la escuela secundaria obligatoria; sigue funcionando casi de la misma manera que cuando fui yo. Ese es el gran problema que tenemos en la escuela secundaria.

El paso de Nación a Provincia

- ¿Y el paso de Nación a Provincia de toda la educación no fue también traumático por el presupuesto?

- Más que por el presupuesto fue porque las escuelas nacionales tenían una impronta, una trayectoria, una forma, y eso impregnaba. Digamos, lideraba el resto de las escuelas. Yo no creo que la descentralización haya sido el problema, si eso se hace bien, digamos, porque al tener más autonomía las jurisdicciones provinciales en la administración del sistema educativo y tener la responsabilidad plena, podrían ordenarlas. Lo que está claro es que en el caso de la provincia de Buenos Aires, el gobierno y la administración del sistema es casi el de un país. Entonces, ahí sí hay severas dificultades por resolver y yo creo que cada vez es más difícil la gestión de las escuelas, porque a diferencia de lo que uno podría pensar hace 40 años, una decisión del ministro se ejecutaba rápidamente en todas las escuelas. Hoy, en nuestros 20.000 establecimientos educativos de la provincia de Buenos Aires, pensar que una resolución ministerial se va a ejecutar de manera homogénea en territorio es bastante más difícil.

- ¿Veinte mil entre ambos, primarios y secundarios?

- Entre todos los servicios, estoy incluyendo el nivel superior.

- ¿Y la provincia tiene las escuelas profesionales?

- Lo que han quedado son las escuelas de formación profesional, que a lo que se dedican es a enseñar oficios a adultos o a alumnos que han terminado el secundario, como educación no obligatoria. Se mantienen, muchos están a cargo del Ministerio de Trabajo.

Las quejas de decanos de facultades

- Usted habrá escuchado lo que dicen los decanos de las facultades, que los ingresantes no tienen capacidad para resolver problemas de regla de tres simple o que no tienen comprensión de los textos.

- No están diciendo nada que no sea real, es parte de un dato muy fuerte. De hecho, si uno mira el ingreso al sistema universitario de los 700.000 alumnos que ingresan más o menos por año, el 40% abandona el primer año. El desgranamiento del sistema es brutal en ese primer año. Uno ahí se debería hacer varias preguntas. ¿Cuánto puede hacer la universidad para revertir eso? Hereda de un sistema que ya tiene muchos problemas como veníamos conversando. Creo que las universidades están tomando conciencia y están colaborando, han hecho planes, han discutido en los últimos años cómo desarrollar estrategias en el primer año para revertir un poco ese desgranamiento brutal. Y creo que de todas maneras no van a resolver lo que el secundario no resuelve. El secundario tiene que resolver las cuestiones que tiene que hacer. Yo creo que en el secundario el mayor problema con los alumnos es que la escuela está alejada de lo que necesitan los alumnos y no despierta interés en los alumnos. Entonces, al ser obligatorio y no despertar interés, ahí hay un conflicto muy fuerte.

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