El creador del plano platense, ¿fue nieto de Luis XVI y María Antonieta?
Edición Impresa | 19 de Noviembre de 2024 | 00:56

En una ciudad racionalista, trazada con instrumentos geométricos -una plaza cada seis cuadras, una avenida también cada seis cuadras, diagonales mayores y menores, calles numeradas- cualquier atisbo de leyenda cotizó alto en la historia platense. Y ya de entrada, nomás, corrió la versión de que el autor de ese diagrama ajedrecístico, el ingeniero Pedro Benoit, era nieto de Luis XVI -guillotinado en la Place de la Concorde por la Revolución Francesa- y de María Antonieta. Por consiguiente, su padre, el después arquitecto Pierre Benoit, hubiera sido el rey Luis XVII.
Nunca se supo bien de dónde salió el mito. En un artículo publicado en este diario -“¿Pedro Benoit es descendiente de la realeza francesa?” (23 de mayo de 2017), el historiador Nicolás Colombo señaló que “cuando en 1789 estalla la Revolución Francesa, es tomada la Bastilla y también caen prisioneros el rey Luis XVI, la reina María Antonieta y sus hijos, entre los cuales estaba Luis XVII (el supuesto padre del ingeniero Pedro Benoit). Los reyes son guillotinados y su hijo Luis XVII estuvo en prisión durante tres años hasta que muere de tuberculosis a la edad de 10 años, siendo enterrado en un cementerio de París”.
LA LLEGADA AL PUERTO DE BUENOS AIRES
Sin embargo esa historia oficial admitió dudas y se aseguró que Luis XVII no murió allí, sino que, según el mito, el supuesto rey heredero (con su identidad oculta) “llega en 1818 a Colombia escoltado por masones y portando una carta de recomendación para Simón Bolívar, firmada por Napoleón Bonaparte. Al no poder establecerse allí, el barco zarpa nuevamente y se dirige hacia el puerto de Buenos Aires. Ya en nuestro país, declara haber servido a Francia como marino de 1808 a 1814, participando incluso en la batalla de Waterloo donde fue tomado prisionero por los ingleses hasta que pudo fugarse. No supo decir nada sobre sus padres, pero cuando le preguntaron su nombre, dijo llamarse Pierre Benoit”.
Este Benoit mantuvo un gran hermetismo sobre su vida en Francia. Nunca fue claro al indicar quiénes eran sus padres, ya que la respuesta nunca era la misma; a veces decía que había nacido “en cuna de oro”, otras veces que era “hijo de una lavandera” o “de un pescador del puerto de Calais”. Lo mismo ocurría cuando le preguntaban su fecha de nacimiento o de bautismo. Recién para su casamiento indicó que sus padres se llamaban “Pedro Benoit” y “María Juana Daulo”... y allí sus descendientes descubrieron el nombre oculto de María Antonieta: “Marie [Antoinette Josepha] Jeanne [archiduchesse] D [’Autriche et de] Lo[rraine]”. Muchas veces recibía correspondencia de Francia, la cual hacía desaparecer sin que nadie pudiera leerla”.
El misterio acompañó hasta la tumba la vida y la identidad de este hombre, que intentó borrar su pasado.
LOS FAMILIARES
La periodista e investigadora Constanza Bengochea escribió en La Nación (27 de septiembre de 2022), un artículo titulado “¿Hijo de Luis XVI y María Antonieta? La leyenda del supuesto Rey de Francia que se refugió en la Argentina y diseñó el cementerio de la Recoleta”.
En esa nota Bengochea entrevistó al abogado Alejandro Zucarelli Benoit, descendiente del responsable del plano platense y de quien presuntamente debió ser Rey de Francia: “Soy séptima generación directa. En la familia, que es muy amplia, este asunto es un secreto que se mantuvo mucho tiempo puertas adentro, hasta que cierta rama de la familia tomó la decisión unilateral de darlo a conocer”, dijo para extenderse luego en distintas versiones genealógicas e históricas sobre esa alternativa.
Luis XVI, María Antonieta y la pintura de Luis XVII, el supuesto padre de Pedro Benoit
Ciertamente los familiares directos de aquel Benoit monárquico, tal como dijo Bengochea, “insisten con la posibilidad de que su antepasado haya sido el Delfín francés y buscan reactivar la investigación”.
El comienzo de esa nota dice así: “¿Luis XVII, rey de Francia, vivió en Argentina? A lo largo de la historia, más de 30 personas en distintos lugares del mundo aseguraron ser “el rey perdido”. La versión oficial (la que se refleja en los libros de Historia) sostiene que el hijo de Luis XVI y María Antonieta murió en los calabozos de Le Temple, una fortaleza medieval en el centro de París, donde lo encerró la revolución encabezada por Maximiliano Robespierre. Tras la decapitación de sus padres, condenados a la guillotina, las monarquías europeas reconocieron a Luis Carlos de Borbón como el nuevo soberano francés. Sin embargo, Luis XVII -así lo llamaron- nunca tuvo una ceremonia de coronación: ni siquiera habría logrado salir de su celda, donde sufrió todo tipo de vejámenes, hasta morir de tuberculosis con tan solo 10 años, en 1795”.
Esa fue, tan solo, una versión oficial de la historia. La leyenda aseguró otra cosa. El abogado Zucarelli Benoit insistió en que su antecesor Pierre fue el Delfín de Francia, Luis XVII: “Considero que existen indicios para llegar a esa conclusión. A pesar de que para el gobierno francés es un caso cerrado yo no lo veo tan así”.
En cambio, el historiador Colombo no tiene dudas cuando alude a la verosimilitud o no del “mito Benoit”, cuando afirma que en el año 2000 “se realizaron pruebas de ADN en las Universidades de Lovaina y de Munster, comparando las muestras del cabello de María Antonieta con tejidos del corazón que supuestamente era de Luis XVII (había sido robado por el doctor que le realizó la autopsia luego de que muriera por neumonía)”.
Concluye que “los resultados despejaron toda duda: el niño que había muerto prisionero en la prisión del Temple de París era el verdadero Luis XVII, hijo de Luis XVI y María Antonieta, tras lo cual la leyenda de la sangre real en La Plata había llegado a su fin”.
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