Gimnasia 2025: la obligación de cambiar y no repetir errores

La mala campaña, sin los atenuantes del año pasado (aunque con muchos lesionados) obliga a un viraje en el modelo, con mayor inversión o con un ojo más selectivo a la hora de reforzar

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Tras una nueva derrota, esta vez frente a Talleres en el Bosque, Marcelo Méndez le tiró la pelota a la dirigencia. Frases como “necesitamos jerarquía si queremos pelear arriba” o plantear que no existe dicotomía, que necesita “calidad y cantidad”, resonaron fuerte en los ámbitos triperos.

La campaña 2024 es decididamente mala. Luego del final del ciclo Madelón, el comienzo de Marcelo Méndez fue alentador: el hincha vio algo distinto, un entrenador ambicioso, un equipo que salía a buscar los partidos tanto de local como de visitante. Con el atenuante de la gran cantidad de jugadores lesionados, el funcionamiento del equipo fue perdiendo consistencia hasta casi desaparecer. La sumatoria de 48 puntos entre los dos torneos es flojísima y preocupante a futuro. Son solamente tres unidades más que el año pasado, inhibido, jugando seis meses con una Reserva reforzada y obligado a un desempate con Colón para mantener la categoría. Historia que, no por conocida, hay que dejar de lado.

Méndez habló en el Bosque de un mercado de pases que deberá estar muy por encima del último. La mayoría de quienes llegaron seguramente serán de la partida en la temporada próxima: Martín Fernández, Nicolás Garayalde, Norberto Briasco, Juan Cruz Esquivel, Augusto Max y Enzo Martínez (que estará afuera durante el primer semestre del año), aunque Valentín Rodríguez y Brian Blasi (a quien los hinchas no vieron siquiera un minuto con la camiseta tripera) no continuarán en el club, al igual que Gusatvo Canto, con contrato por un año más pero ya sin chances en el Lobo.

La dirigencia encargada del área fútbol (el presidente Mariano Cowen, Juan Pablo Arrién, Oscar González Arzac) y la Secretaría técnica (Marcelo Gauna es el principal referente y el cuarto hombre en las decisiones de mercado), conjuntamente con el cuerpo técnico, deberán replantear el nivel de inversión para el 2025. Si no lo hay, el ojo deberá ser muy certero, cosa que no sucedió en los dos mercados de esta temporada, en la cual Juan de Dios Pitado es el más destacado, con menciones para Marcos Ledesma (cumplió) y para Martín Fernández, que fue de mayor a menor pero parece tener cosas importantes que aportarle al equipo.

Por lo pronto, el pedido del entrenador deberá contemplar que hubo deficiencias en el último mercado(faltaron un volante interior y un ncentrodelantero, al margen del nivel de los refuerzos) y que deberán llegar futbolistas que aporten soluciones. Lisa y llanamente, el Lobo debe buscar titulares y no apuestas, rellenos o jugadores “para ver que pasa”. Para eso, están los propios, aunque la actualidad de las divisiones juveniles tampoco ofrece alternativas inmediatas.

Los números, con solo 93 puntos acumulados en las dos temporadas, son suficiente alerta para entender que el modelo no funcionó y necesita un urgente cambio de rumbo.

 

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