El aislamiento en la adultez: tecnología, una aliada contra la soledad

Por facilitar el intercambio con el mundo exterior, dando espacio tanto al esparcimiento como a la conexión con los demás, el uso de redes sociales y videojuegos mitiga los efectos negativos de la soledad durante la vejez

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Aceleramiento del deterioro cognitivo, pérdida de autonomía, depresión, ansiedad, estrés... Por el altísimo impacto que tiene tanto a nivel físico como emocional, el aislamiento social constituye una amenaza que no conviene minimizar, especialmente durante la vejez.

De la mano de modelos de vida donde las conexiones humanas y familiares se ven cada vez más diluidas, cada vez más adultos mayores padecen de soledad. De hecho, estimaciones de la Organización Mundial de la Salud señalan que 1 de cada 4 personas de más de 70 años enfrenta ya los riesgos asociados al aislamiento social.

Frente a este escenario que parece tender a acentuarse, diversas investigaciones realizadas en los últimos años muestran que algunas de las nuevas tecnologías digitales contribuyen a mitigar los efectos negativos de la soledad entre personas de la tercera edad.

Por su posibilidad de facilitar el intercambio con el mundo exterior, dando espacio tanto al esparcimiento como a la conexión con los otros y los propios temas de interés sin necesidad de salir del hogar, plataformas como WhatsApp, redes sociales, videollamadas y, específicamente, los videojuegos se han vuelto un foco de interés como aliados contra la soledad.

EL PODER DE LO LÚDICO

Un estudio realizado en la Universidad Estatal de Carolina del Norte entre 140 personas mayores de 63 años mostró, por ejemplo, que aquellas que tenían incorporados los videojuegos a su rutina de forma habitual presentaban un mayor bienestar emocional, una menor tendencia a experimental emociones negativas y menos riesgo de depresión.

Otras investigaciones han evidenciado a su vez los beneficios del uso de videojuegos en áreas como la rehabilitación de funciones, abordaje de lesiones cerebrales y dificultades de aprendizaje. Y es que éstos no sólo ponen en acción los procesos mentales, sino que también posibilitan vivir momentos de diversión y esparcimiento, esenciales para la salud emocional

“Los videojuegos pueden llegar a retrasar y frenar el deterioro cognitivo, son una gran herramienta de estimulación de atención, memoria, capacidad de resolución de problemas y procesamiento de información”, explica la licenciada Emilce Schenk, psicóloga en Centro Hirsch, una asociación civil que brinda atención a personas mayores y rehabilitación.

“Juegos como Preguntados, por ejemplo, son altamente versátiles, porque tienen preguntas de cultura general, y estimulan diversas funciones cognitivas al requerir memoria de hechos pasados y actuales, en un ambiente entretenido”, señala por su lado Natalia Ito, terapista ocupacional de la misma asociación.

“Al jugar en grupo o en familia, se mantienen activas las habilidades sociales, lo que reduce el aislamiento, y le aporta calidad a la gran cantidad de tiempo libre que suelen tener las personas”, agrega Ito.

La soledad tiene un impacto significativo en la salud física y emocional, lo que acelera procesos de deterioro cognitivo y contribuye a problemas como la ansiedad, el estrés y la depresión”

Lic. Emilce Schenk Psicóloga

”Lo más importante es que las personas mayores encuentren actividades que les interesen y que les proporcionen satisfacción. No importa si prefieren resolver rompecabezas o hacer juegos de preguntas y respuestas: lo relevante es que estas actividades sean significativas para ellas”, asegura la terapista, para quien más allá de los beneficios cognitivos, nunca se debe perder de vista la diversión.

“Sumar actividades que nos produzcan placer y buenos momentos impacta positiva y directamente sobre la salud física y mental. Con el acceso adecuado y una guía correcta -afirma-, los videojuegos y la tecnología no son sólo herramientas de entretenimiento, sino verdaderas aliadas para mejorar la calidad de vida en la vejez.

ACORTAR LA BRECHA

Si bien reconoce que “la pandemia aceleró la adopción de la tecnología entre las personas mayores demostrando su capacidad para combatir el aislamiento social”, resulta “fundamental que ellas cuenten con apoyo para entender y manejar estas herramientas”, afirma la psicóloga, para quien el reto sigue siendo que esta brecha tecnológica se reduzca con el acompañamiento adecuado.

En la mayoría resulta de gran ayuda realizar “pequeños ajustes en los dispositivos para facilitar mucho su uso”, comenta, quien recomienda “aumentar el tamaño de letra en teléfonos y tablets, ajustar el brillo y contraste para quienes tienen baja visión o calibrar la presión necesaria” a fin de hacerles más accesible la tecnología y, con ello, las interacciones virtuales.

Como menciona la terapista ocupacional, también resulta de utilidad “configurar la opción de velocidad y de agrandar el puntero del mouse de la computadora para que las personas mayores logre distinguirlo sin dificultad en la pantalla”; o incluso “activar la función ‘narrador’, un lector de pantalla que va describiendo lo que hay en ella”.

 

 

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