A punta de revólver le sacan la moto a una mujer
Edición Impresa | 17 de Diciembre de 2024 | 01:35

La Plata, Berisso y Ensenada continúan siendo sacudidas por la creciente ola de robos cometidos por delincuentes motorizados, conocidos en la jerga urbana como “motochorros”.
En un inquietante suceso que tuvo lugar durante la tarde del domingo, una mujer y su pequeña hija se convirtieron en víctimas de un violento asalto en un sector de Barrio Aeropuerto
El ilícito fue perpetrado por dos asaltantes que, armados y en clara superioridad numérica, no dudaron en utilizar las armas de fuego que portaban para intimidar de forma cruda a la mujer y la niña.
Tal como se indicó en la nota que hace referencia al caso de la familia asaltada en su vivienda de Villa Zula, la vida de un menor volvió a quedar marcada negativamente por un hecho de inseguridad que muy probablemente tendrá un fuerte impacto en la parte psicológica de quien aún se está formando.
Aunque la frecuencia de este tipo de delitos había mostrado una tendencia a la baja en las últimas semanas, los motochorros son una amenaza latente que puede cobrar fuerza en cualquier momento.
A pesar de los frecuentes procedimientos de la policía y de la guardia urbana para interceptar vehículos con un dudoso origen, el robo de motocicletas es tan elevado que los delincuentes reponen rápidamente los vehículos perdidos mediante nuevos hurtos.
Así ocurrió en las últimas horas con una mujer que circulaba tranquila con su hija en su Honda, modelo XR 150 por la zona de 5 y 611.
Según pudo saber este diario, dos sujetos a bordo de una moto de similares características a la suya la asaltaron en dicha intersección.
Como suele pasar en estos casos, primero se le pusieron a tiro. Luego, el acompañante, la apuntó con un revólver, mientras la amenazaba para que se detuviera.
“Pará”, le gritó varias veces el ladrón hasta que decidieron ser más drásticos. Al ver los intentos de la mujer por evadir el ataque, los sujetos se pusieron por delante.
A la mujer no le quedó otra opción que reducir la velocidad. Si bien por un momento se le cruzó por la cabeza la idea de acelerar a fondo, al ver que uno de los agresores apuntaba su hija dio por descartada su idea.
Simplemente se limitó a entregar las llave vehículo que con tanto esfuerzo había podido comprarse y que tantas facilidades había traído a su rutina diaria.
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