El desafío de bajar impuestos y reducir las regulaciones
Edición Impresa | 28 de Diciembre de 2024 | 03:32

Martín R. Caranta
eleconomista.com.ar
Al iniciar su mandato Javier Milei acuñó una frase célebre: “No hay plata”. Y con ella marcó un rumbo encaminado al equilibrio fiscal y al saneamiento de las cuentas públicas. Es que nadie puede gastar lo que no tiene. Esa lógica básica de cualquier economía de hogar fue llevada también a la economía de todos los argentinos. Y así se inició un camino de orden y austeridad, lográndose algo que al principio parecía increíble: el superávit fiscal.
La falta de recursos financieros hizo que hubiera que apelar a la creatividad. Imprimir no era una opción, entonces se recurrió a recursos financieros extraordinarios: blanqueo y moratoria. Ambos permiten transformar el stock de impuestos no cobrados en flujo de ingresos para las arcas fiscales.
Fue así como, a los pocos días de iniciar su gestión, el Presidente Milei envío al Congreso el proyecto de “Ley Bases”, que contenía el paquete fiscal. Como sabemos, luego se desdobló el texto: la Ley de Bases y la Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes, esta última finalmente se publicó como Ley 27.743 el 8/7/2024.
Con dicha ley vinieron un régimen de moratoria y blanqueo sumamente amplios y convenientes, para que los argentinos pudieran poner las cuentas con la AFIP (hoy ARCA) al día. En la primera etapa se hicieron depósitos de fondos por casi USD 20 mil millones, además de declararse casi USD 2 mil millones como otros bienes.
Acompañando lo anterior, y a modo de incentivo para el blanqueo, trajo una rebaja del impuesto sobre los bienes personales a partir de 2023 y hasta 2027, junto con un régimen opcional de pago adelantado de este gravamen (REIBP), que fue una propuesta innovadora y muy aceptada por los contribuyentes, dado que se le sumó una garantía de estabilidad fiscal.
También se corrigió una irresponsabilidad del gobierno anterior, que fue la cuasi eliminación del impuesto a las ganancias de los trabajadores en relación de dependencia, lo que se vio acompañado con actualizaciones de valores de las deducciones personales y de las escalas del impuesto en general (para dependientes y autónomos), para devolverle a este tributo una importante cuota de razonabilidad y respeto por la capacidad contributiva.
A los efectos de mejorar la cultura tributaria, y la información en poder del ciudadano, esta ley también creó un “Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor”, con el fin de que cada sujeto conozca cuánto paga en una factura de bienes o servicios y cuánto de impuestos.
En materia de reducción de la presión fiscal, Milei bajó dos impuestos: 1) el impuesto inflacionario que pasó de un 25% mensual (dic. 2023) a aprox. 2% en los últimos meses del 2024; y 2) el impuesto PAIS, que no será renovado luego del 23/12/2024, pese a aportar recaudación por aprox. 1,5 puntos del PBI.
En materia de simplificación y desregulación del Estado, la AFIP no fue la excepción. Se cerró para darle lugar a una nueva Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), de menor estructura jerárquica, apuntando a un organismo más moderno, eficiente, con mayor capacidad de respuesta y menos costoso.
Impuestos 2025: QUÉ ESPERAR
Luego de este breve racconto, nos preguntamos qué podemos esperar para 2025. Sin dudas, van a seguir presentes la obsesión por el equilibrio fiscal y la lucha contra la inflación.
Además, en los últimos días, tanto el Presidente Milei como el Ministro de Economía Caputo, han dicho que se está trabajando en un proyecto de reforma impositiva “estructural”. Una reforma que, según se pudo saber, tiene como eje la simplificación del sistema tributario, sin perder recaudación.
Según un estudio del IARAF, conocido como “Vademecum tributario 2024”, el 92% de la recaudación consolidada argentina se concentra en 10 tributos, 8 de los cuales son nacionales, uno provincial y uno municipal.
Actualmente, tenemos 155 tributos, sumando nacionales, provinciales y municipales; en rigor de verdad, 156 si se considera la inflación. De esos 155, 46 son tributos nacionales, de los cuales únicamente 8 son relevantes a efectos recaudatorios.
El Presidente anunció recientemente la próxima eliminación del 90% de los impuestos nacionales, junto con la devolución de impuestos a las provincias, lo que implica devolverles su autonomía impositiva.
Se apunta así a propiciar la competencia fiscal entre las provincias, a los efectos de atraer las inversiones sobre la base de su régimen tributario, puesto que los capitales van a donde mejor los tratan. De esta forma, se generaría una reducción adicional de la presión fiscal.
Por el momento, no hay noticias sobre la eliminación de las retenciones a la exportación. Habrá que esperar a que se cumplan las condiciones necesarias, como así también para la eliminación de lo que queda del cepo.
En definitiva, el Gobierno apunta a una rebaja de los impuestos, sumada a una rebaja de las regulaciones, para que aumente la competencia entre las empresas y así los argentinos tengan acceso a mejores productos y servicios, con mejores precios.
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