Balance Pincha y Tripero

El Pincha lo cerró con todo: obteniendo su segundo título del año luego de su flojo paso por la Copa Libertadores. Lo del Lobo fue de regular a malo con la obligación de mejorar en el próximo año

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Esta vez Estudiantes y Gimnasia cerraron un año con matices muy diferentes entre sí. Demasiados. Porque el Pincha tuvo una temporada 2024 casi brillante, con la obtención de la Copa de la Liga y el Trofeo de Campeones, mientras que el Lobo no pudo clasificar a la Copa Sudamericana 2025 y apenas sumó tres puntos más que el fatídico 2023.

Los clubes de La Plata pasaron un año con muchos vaivenes. Está claro que lo del Pincha no fue todo color de rosas, porque sufrió una impensada eliminación de la Copa Libertadores pese a tocarle una zona muy accesible, y se despidió tempranamente de la Copa Argentina de la cual era el campeón defensor. Pero los dos títulos borran todo y la última imagen del fútbol argentino fue con el Trofeo de Campeones en sus manos y una parcialidad feliz de la vida.

Lo de Gimnasia tuvo algunos buenos momentos pero un final desalentador. Se ilusionó mucho con la llegada del uruguayo Marcelo Méndez luego de la renuncia de Leonardo Madelón, pero pronto se fue despidiendo de objetivos y del último que se aferró, la Copa Argentina, le dio un golpe tras quedar en cuartos de final ante Boca, por penales. Desde entonces el tramo final del año fue una tortura para el DT, los jugadores pero, principalmente, para los dirigentes que quedaron bajo la mirada de los socios con la promesa de mejorar sí o sí en el armado del plantel.

El Pincha es la otra cara de la moneda porque los logros lo volvieron a poner en la órbita nacional e internacional. Sólo hay un tema que tiene en vilo y dividida a la masa societaria: el posible acuerdo con el empresario Foster Gillett que privatizaría el fútbol profesional por un tiempo indefinido. Ese es el único punto que tiene intranquilos a sus hinchas.

 

 

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