Saña, crueldad y un robo brutal: iba a entrar el auto y sufrió una feroz entradera

Fue en 68 entre 15 y 16, donde el dueño de una casa apenas abrió el portón del garaje fue reducido por tres delincuentes armados, que llegaron con dos cómplices en una camioneta. Robaron bijouterie de oro y de plata

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Eran las 22.35 del viernes, llovía y el dueño de una vivienda de 68 entre 15 y 16 decidió salir a la vereda para ingresar su auto en el garaje. Algo lógico y habitual en esta clase de situaciones. Sin embargo, para mala suerte suya y de su familia, en esos instantes justo irrumpieron en escena primero dos delincuentes, a quienes segundos después se sumó un tercero, que lo abordaron, lo encañonaron y -bajo amenazas de muerte- lo obligaron a entrar a esa propiedad.

Así lo dio a conocer en la tarde de ayer a EL DIA el damnificado en cuestión, Mario Sagardoytho (62), quien también relató en detalles cómo transcurrieron las secuencias posteriores de un asalto cargado de violencia y en el cual sobrevoló un impredecible final.

“LE PEGUÉ A UNO Y ME DERRIBARON”

Ya nomás el comienzo de este caso de inseguridad tuvo ribetes dramáticos, al borde de la tragedia.

Es que según reveló, “enseguida uno de los tres delincuentes me puso un arma de fuego en la cabeza y gatilló, aunque por suerte no salió la bala. Aunque tampoco sé si el arma estaba cargada”.

Luego mencionó que “estábamos en el garaje y le pegué una trompada en la cara a uno de ellos y ahí se enfurecieron: me derribaron al suelo, pegándome piñas en la cara y en las costillas”.

“Dos de ellos se me tiraron encima y quisieron atarme las manos, a lo cual me resistí. Mientras, el restante ladrón se mandó para adentro, donde se encontraban mi esposa, mi suegra y mi hijo de 18 años jugando a la PlayStation con su hermano, que estaba en otra parte”, comentó después Sagardoytho.

Sobre los protagonistas de esta entradera, la víctima principal aportó que “estaban encapuchados, con guantes de albañil en sus manos y con al menos un arma de fuego”.

También citó que “cuando escaparon, vi en la filmación de una cámara de seguridad perteneciente a una vecina, que un cómplice se quedó afuera haciendo de `campana´ y el restante en una camioneta Peugeot Partner que estacionó a la vuelta de casa, sobre la calle 15”.

Pese a que la banda tenía tapados sus rostros, el hombre estimó que “deben tener entre 20 y 25 años”.

“APURARON LA FUGA”

En otro tramo del diálogo con este diario, Sagardoytho fue consultado sobre el tiempo en que los indeseables sujetos permanecieron en su domicilio.

Al respecto, contestó “cinco minutos”. Pero inmediatamente, deslizó que si no se quedaron más tiempo en el lugar fue porque “apuraron la fuga”.

Al preguntársele si sabía el motivo, respondió que “no lo sé con exactitud. Pero mientras estuvieron acá, mi hijo le contó a su hermano, mientras jugaban a la Play, que nos estaban robando”.

De todas maneras, relativizó la posibilidad de que quien se hallaba revisando y llevándole lo que resultó de su interés, lo haya escuchado.

“Más bien creo que el delincuente que estaba afuera debe haberles avisado de que, por alguna razón, los planes se les estarían complicando. Y les debe haber dado la orden de huir todos enseguida”, conjeturó Sagardoytho.

“Podrían haberse llevado billeteras, como la mía donde guardaba 25.000 pesos, o los cuatro teléfonos celulares que había en ese momento en casa. Pero no lo hicieron”, señaló. En cambio, sostuvo, sustrajeron “una cadena de oro, una pulsera de oro, un anillo de oro, un anillo de plata y un anillo de oro enchapado”.

Personal policial se acercó luego a esa vivienda y solicitó la presencia de una ambulancia del SAME. “Tardaba bastante y entonces fui a Cuerpo Médico, en la comisaría segunda, donde los que me atendieron hicieron un informe”.

En pleno asalto, un hijo del matrimonio avisó a su hermano, que estaba en otra casa, sobre el hecho

 

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