Los riesgos del agua de mesa: puede tener partículas de plástico

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En medio de la creciente preocupación por la contaminación ambiental, una investigación reciente ha arrojado luz sobre un tema inquietante: el agua embotellada que consumimos diariamente está cargada de nanoplásticos. Un litro de agua embotellada contiene, en promedio, casi un cuarto de millón de piezas de estas diminutas partículas, según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Los nanoplásticos, que son fragmentos microscópicos que miden menos de una micra, son considerablemente más pequeños que una mota de polvo doméstico. La investigación, realizada con una nueva técnica de imágenes, reveló que la cantidad de nanoplásticos en el agua embotellada es de 10 a 100 veces mayor de lo que se estimaba anteriormente.

Expertos señalan que millones de toneladas de plástico se producen anualmente en todo el mundo, y las partículas microscópicas de estos plásticos pueden terminar en nuestros alimentos y bebidas durante el proceso de fabricación o filtrarse desde envases como las botellas de plástico.

Aunque la presencia creciente de nanoplásticos y microplásticos en alimentos, bebidas e incluso en el cuerpo humano es innegable, los efectos precisos en la salud humana aún no están completamente claros. Estudios han demostrado que los nanoplásticos pueden cruzar barreras biológicas, como la hematoencefálica y la placenta, pero no hay pruebas sólidas sobre si causan daño.

El Dr. Konstantinos Lazaridis, gastroenterólogo de la Clínica Mayo, advierte que la presencia de estos microplásticos en los tejidos no garantiza necesariamente daño. Podría ser que estas partículas pasen a través del cuerpo sin causar problemas o que solo afecten a personas genéticamente predispuestas a enfermedades.

Se especula que los microplásticos podrían estar vinculados a enfermedades no explicadas por otras causas, como el aumento de cánceres colorrectales en jóvenes o enfermedades como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Sin embargo, se requieren más investigaciones concluyentes.

Los científicos sugieren que, en general, cuanto más pequeñas sean las partículas, más peligrosas podrían ser. Los nanoplásticos podrían tener un mayor impacto en la salud debido a su tamaño y capacidad para ingresar fácilmente a las células. Además, ciertos aditivos y químicos presentes en los plásticos, como el BPA, PFAS y ftalatos, han sido vinculados a problemas de salud, como aumento de la presión arterial y diabetes.

Aunque la toxicidad de muchos productos químicos plásticos aún no se ha estudiado en humanos, se identificaron más de 10,000 compuestos únicos utilizados en su fabricación, con solo una fracción pequeña evaluada por sus efectos en la salud.

Para minimizar la exposición, los expertos sugieren beber agua del grifo filtrada con poros de 1 micrón o menos, optar por botellas de vidrio o acero inoxidable en lugar de plástico y limitar el uso de productos plásticos en general.

En conclusión, mientras el debate sobre los nanoplásticos y su impacto en la salud continúa, la conciencia y la adopción de prácticas más sostenibles podrían ser clave para mitigar los riesgos asociados con la omnipresencia de estos diminutos fragmentos de plástico en nuestra vida cotidiana.

 

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