Cultivos en riesgo por el calor: los productores locales están en alerta

Si bien se intensifican los riegos para evitar que se quemen las plantas, en el sector creen que la semana próxima podría haber problemas con las verduras de hoja verde, con el posible impacto en los precios de venta al público

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El calor no sólo agobia a los vecinos de la Región que buscan cualquier refugio para pasar estos días lo mejor posible, sino que también afecta a los productos del cordón furtihortícola platense, donde los productores tratan de “salvar” la mayor cantidad posible de mercadería de las latas temperaturas.

“Hasta ahora no tenemos que lamentar pérdidas, pero si esto sigue así, que es lo que se pronostica, para la mitad de la semana que viene puede ser que se note el efecto de las altas temperaturas en varios productos”, explicó Héctor Prestín, productor de nuestra zona.

 

“Ante las altas temperaturas el suelo también levanta calor y deteriora la planta”

 

Según él, los productos más afectados van a ser las verduras de hoja verde como la lechuga. “Las plantas de tomate van a terminar mucho antes porque el calor hace que el fruto madure más rápido. Eso va a generar que haya más cantidad de tomates en los próximos días a lo mejor”, indicó.

La pérdida de producción genera entonces que pueda haber aumentos en algunos valores de mercadería “seguramente a partir del miércoles porque la cosecha va a ser menor a los esperado”, comentó.

Salvador Vides, otro trabajador de la tierra de la Región que se dedica a la producción de tomate en esta época, contó que “por el momento no se puede hablar que nos afecte porque usamos bomba de agua para el riego y por suerte no hay faltante de agua en las napas subterráneas ya que han habido algunas lluvias a principio de mes”.

EL RIEGO AYUDA PERO NO SALVA

Para tratar de atenuar las consecuencias del calor extremo sobre los cultivos, los productores se las ingenian con distintas estrategias, dependiendo de lo que produzcan.

“Con este clima se riega un poco más, y algunos realizan coberturas. Pero depende lo que se produzca. Igual las coberturas no tienen mucho sentido hoy por hoy porque ante las altas temperaturas el suelo también levanta calor y realmente deteriora la planta. Se produce un envejecimiento del cultivo por temperatura que es prácticamente imposible de parar”, describieron los productores.

Prestín resaltó que “lo único que realmente ayuda bastante pero no resuelve el problema, es aumentar la cantidad de agua con riego para que se genere evaporación contrarrestando un poco el calor. Pero una vez que el suelo tomó temperatura es muy difícil revertir eso”.

PROBLEMAS DE COSTOS

Además de las inclemencias climáticas, los productores remarcaron los bajos precios que están teniendo sus productos en consecuencia de la caída del consumo, lo que los pone en estado de alerta a la hora de proyectar las producciones de las próximas temporadas, ya que muchos de los insumos que utilizan (como fertilizantes y pesticidas) son importados y por ende cotizan en dólares.

“El tomate hace casi dos meses que `no vale´. Está entre 1.500 y 3 mil pesos el cajón en las quintas, lo que no nos va a permitir recuperar dinero para una nueva producción en la próxima temporada”, adelantó Vides.

En ese sentido, Prestín remarcó que el sector tiene los precios más bajos dentro del rubro alimentos. “Volvieron a caer los precios de nuestra mercadería esta ultima semana. La papa llegó a valer 4 mil pesos en el Mercado Regional, lo que es 200 pesos el kilo en venta mayorista. En las verdulerías no se notó la baja de precios, pero en el Mercado se redujo bastante. Hoy creo que podrían cobrar menos de 500 pesos el kilo al público”.

“Los precios se van a ir acomodando solos porque la competitividad del mercado y la poca venta van a hacer que se acomoden los números para abajo”, dijo el hombre.

Para el productor, los precios de frutas y verduras se van a estabilizar “pasando febrero, entre los mil y dos mil pesos el kilo en todos los productos de origen nacional. Algunas excepciones en frutas y verduras de oferta, que estarán entre los 500 y los 1.000 pesos el kilo. En una economía como la que se viene, nuestro mercado baja los precios porque necesitamos que la gente consuma para que no se desperdicie lo que se produce. Es muy transparente nuestro rubro y la gente no paga cualquier cosa”.

 

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