Dieta atlántica: otro plan nutricional para el bienestar integral
Edición Impresa | 25 de Febrero de 2024 | 08:13

En el apasionante mundo de la nutrición, una nueva estrella ha comenzado a brillar: la dieta atlántica. Este enfoque alimenticio, considerado por algunos como una variación de la ya elogiada dieta mediterránea, ha captado la atención de expertos después de que un estudio revelara sus notables beneficios para la salud.
¿DE QUÉ SE TRATA?
La dieta atlántica comparte similitudes con su pariente mediterráneo, destacando la importancia de alimentos frescos y saludables. Originaria del noroeste de España y Portugal, esta dieta recomienda un consumo regular de mariscos, carnes magras, verduras, frutas, cereales integrales, frijoles y, por supuesto, el apreciado aceite de oliva. ¿Cómo se distingue de su prima mediterránea? Aquí es donde comienzan a aparecer las diferencias notables.
Una de las características distintivas de la dieta atlántica es su incorporación de más brassicas, una familia de verduras que incluye grelos, nabos, col rizada, col y coliflor. La Dra. Mar Calvo-Malvar, especialista en medicina de laboratorio y principal investigadora del Estudio Galiat, señala que esta inclusión es una de las diferencias más destacadas entre ambas dietas. Además, la dieta atlántica tiende a incluir más mariscos, lácteos y cortes magros de carne, diversificando aún más las opciones alimenticias.
Otra distinción se encuentra en los carbohidratos; mientras que la dieta mediterránea favorece la pasta, la Atlántica incorpora almidones como castañas, patatas y pan. Calvo-Malvar destaca que la dieta atlántica no debería ser simplemente considerada como una variante de la dieta mediterránea, sino que tiene sus propias tradiciones culinarias únicas.
BENEFICIOS Y RESULTADOS DE UN ESTUDIO
El estudio, realizado en A Estrada, España, reclutó a 250 familias, con 574 adultos participantes. Aquellos que siguieron la dieta atlántica mostraron un impresionante 42% menos de probabilidades de presentar un componente adicional del síndrome metabólico, un conjunto de condiciones asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes.
La dieta atlántica incluye más brassicas, la familia de verduras de los nabos y el coliflor
La intervención incluyó clases de cocina, sesiones educativas y entregas regulares de alimentos locales característicos de la dieta atlántica. Aunque el estudio duró seis meses, los investigadores destacan la necesidad de investigaciones adicionales para comprender completamente los cambios metabólicos y los beneficios a largo plazo de esta dieta.
Dariush Mozaffarian, director del Instituto de Alimentos y Medicina de la Universidad de Tufts, señala que la dieta atlántica es esencialmente una dieta mediterránea con algunas variaciones geográficas. Expertos como Walter C. Willett y Christopher Gardner concuerdan en que, aunque hay atributos positivos en la dieta atlántica, acercarse más a la dieta mediterránea podría mejorar aún más los resultados de salud.
En conclusión, la dieta atlántica emerge como una opción saludable y sabrosa, demostrando que no es necesario seguir una dieta exacta para cosechar beneficios para la salud. Más allá de las diferencias regionales, lo fundamental son los principios generales de una alimentación equilibrada y basada en plantas, resaltando que la dieta atlántica comparte un 95% de similitud con su famosa pariente mediterránea. Con un enfoque único en las tradiciones culinarias de la región, esta variante culinaria promete no solo beneficios para la salud, sino también una experiencia gastronómica enriquecedora para quienes la adoptan.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE