Se estancó en un nivel poco seductor y le faltó precisión
Edición Impresa | 30 de Marzo de 2024 | 05:42

Por MARTIN MENDINUETA
Con titulares que no estuvieron en buen nivel de rendimiento y suplentes que ingresaron quedando lejos de poder torcer el rumbo de un partido muy complicado, Estudiantes volvió frustrado de Florencio Varela.
Instalado en un estatus de juego poco seductor, el equipo dirigido por Eduardo Domínguez sufrió la falta de lucidez y de precisión en los últimos metros de la cancha.
Modesto, solidario, bien preparado físicamente, y con una dosis de carácter indispensable en el fútbol moderno, Defensa y Justicia convirtió a este flojo León en una formación de movimientos previsibles.
La mala tarde de Javier Correa, el ínfimo aporte de Enzo Pérez, las repeticiones poco eficaces en las que cayó el colombiano Cetré y dificultades en la marca en varios sectores, generó una producción que a ningún hincha albirrojo pudo haber conformado.
FEAS SENSACIONES DE CARA A LA PARTE MÁS IMPORTANTE DEL AÑO
Los genuinos méritos mostrados por el justo vencedor invitan (obligan) al derrotado a realizar una severa autocrítica.
A pocos días de su debut en la Copa Libertadores, el Pincha tiene que revisar la receta estratégica de mitad de cancha hacia adelante. Ayer nadie se hizo cargo del liderazgo en la zona clave; ni José Sosa, ni Enzo Pérez entregaron soluciones en el manejo de la pelota.
Tener el balón de ningún modo garantiza, por sí mismo, ataques peligrosos. La posesión es importante, pero recién se transforma en una virtud apreciada cuando se la utiliza para llegar con peligro al área rival.
La tercera derrota consecutiva (etiqueta que no sufría desde hace bastante) no debe catalogarse como un hecho fortuito. Dirigido por Julio Vaccari, y sin jugadores de jerarquía como disfrutó en un pasado reciente, Defensa y Justicia supo ganar. Corrió, marcó (sus zagueros jugaron un partidazo), manejó bien la pelota y se organizó en la parte final para cuidar con esfuerzo la ventaja conseguida.
A no confundirse. De ningún modo Estudiantes se convirtió, súbitamente, en un mal equipo. Simplemente, debe corregir errores en la marca, ser más intenso en el medio (¿puede resignar a uno de sus hombres de mayor experiencia y jerarquía?) y probar si pueden convivir de un modo eficaz Correa y Carrillo en el ataque. Está perdiendo “poder de fuego”, no tiene tanto gol. Ese sí es un rasgo preocupante.
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