Olmedo, según su ex: “Un boludo que jugando se cayó”

A 36 años de la tragedia, así lo recuerda Nancy Herrera, ex pareja, madre de su hijo Albertito y única testigo de la muerte del humorista

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Nancy Herrera estaba embarazada pero aún no lo sabía el día que su ex pareja, Alberto Olmedo, cayó del piso 11 del edificio Maral 39 de Mar del Plata. Y ayer, en el día en que se cumplieron 36 años de aquella tragedia, la mujer admitió: “sigo con estrés postraumático”.

“A veces me enojo con él, me pregunto cómo puede haber sido tan pelotudo de subirse ahí...”, le contó la actriz a Nancy Duré para Infobae, y recordó cómo fueron los sucesos de esa fatídica mañana.

“Quizá, no me había pegado tanto a los 28 años, pero ahora a los 64 sí. Creo que es porque estoy vieja. Es como les pasa a los bebés, a esta edad te duelen más las cosas. Además, en aquel momento me llevaba más tiempo ocuparme de mi hijo que pensar en un boludo que jugando se cayó. Pero fue un horror. ¿A ver si se entiende? ¡Es imposible salir bien de eso!”, manifestó.

La mujer reveló que se aferró a su hijo, Albertito Orlando (35), para “dejar de pensar en pegarme un balazo o tomar una decisión absurda” y que se instaló en el campo “porque era salir de mi casa y encontrarme con cincuenta periodistas con cámaras y micrófonos”.

Durante la entrevista, contó cómo crió a su hijo sola y cómo le contó la verdad sobre su padre: “A medida que fue creciendo, le fui explicando lo que había pasado como si fuera un cuento (...) Después fue indagando más, así que yo fui dándole mayores respuestas hasta que llegó la verdad. Ahí, el nene tendría unos siete años. Pero me acuerdo que no se asombró”.

Según confesó, “del tiempo que estuvimos juntos (8 años), me quedan un montón de anécdotas” aunque el recuerdo de la tragedia la invade. “Y es inevitable dado lo horroroso que fue todo. Me pregunto por qué se tuvo que subir a esa baranda. Pero estaba tan en pedo, que jodiendo se puso a hacer caballito”, contó la mujer que todavía escucha los gritos desesperados del Negro pidiendo que lo sostenga de una pierna mientras sus manos se soltaban de la baranda de la que pendía su vida.

 

Alberto Olmedo
Nancy Herrera

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