Apostó fuerte en ataque, falló demasiado en defensa y así se chocó con una caída histórica

Edición Impresa

Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

En pleno auge de las apuestas deportivas lo ocurrido anoche en UNO hizo trizas hasta los pronósticos más extraños; y la realidad superó cualquier presunción optimista de los ganadores. Huachipato pudo haber confiado en que iba a ganar en la casa del reciente campeón argentino, pero, aun así, lo que consiguió rompió el molde de cualquier pálpito.

Estudiantes se dijo a sí mismo que sólo le servía el triunfo, empezó ganando, al final de la noche sus hinchas gritaron tres goles y, sin embargo, terminó triste, impotente y con las manos vacías.

Los cuatro azotes perpetrados por el equipo chileno sacuden la rica historia albirroja en el torneo más importante del continente y lo arrastran a un escenario impensado de eliminación, restando la visita a Gremio en Brasil.

Cuando todavía está fresco y continúa irradiando emoción el título ganado en Santiago del Estero ante Vélez, el torneo que más le gusta disputar lo instala en una coyuntura demasiado cruel.

Serenidad y autocrítica le servirán para elaborar el mejor diagnóstico sobre lo ocurrido.

Apostó fuerte en ataque, como lo pedía buena parte de su hinchada en la previa, pero se topó con un rival que, con DT interino, superó con holgura la producción que había tenido en su tierra. Huachipato, aun con bajas sensibles, supo qué hacer en los momentos en que tuvo la pelota y se atrevió a no ser un equipo tímido. Tres de los cuatro goles que convirtió mostraron una construcción que se alejó por completo de la casualidad. No necesitó tener tanto el balón para concretar jugadas que merecen más de un elogio.

LA ÚLTIMA LÍNEA SERÁ TEMA DE DEBATE EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS

Ser genuino campeón no lo eximirá de una revisión exhaustiva de lo que hicieron jugadores que venían escuchando aplausos sostenidos.

La severidad de su autoexigencia lo obligará a retocar la propuesta en busca de equilibrio y mayor seguridad. A este León le encanta atacar y su gente lo celebra, pero no puede volver a mostrarse tan permeable.

La muy floja actuación de Enzo Pérez, de José Sosa, de Benedetti y del resto de los defensores resultó un handicap demasiado alto que Huachipato no estaba dispuesto a dejar pasar.

Así como Javier Correa y Edwuin Cetré fueron los principales responsables de que la ilusión albirroja no se apagará hasta el momento en el cual recibió el cuarto gol, el partido se recordará como una noche negra, donde su optimismo le hizo creer que podía ir por todo y terminó con nada.

Después de haber acumulado emociones fuertes coronadas con trofeos que la historia cobijará con admiración, le tocó una fea, de local y con muchos goles en el arco propio.

Equilibrio emocional y lógicas correcciones componen la receta más sugerida. La intempestiva salida de la Libertadores no es una tristeza liviana. Aunque tenga asegurada la participación en la próxima edición, esta herida duele. Así como tantas veces logró lo que quería, esta vez se topó con una amargura pesada.

Estudiantes

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE