Buscan relocalizar el asentamiento de 122 y 52

Laura Romoli

lromoli@eldia.com

Funcionarios provinciales y municipales se reunieron en vísperas del fin de semana para avanzar con la relocalización del asentamiento de 122 y 52, uno de los más precarios de la Ciudad, ubicado a sólo metros de las vías del tren.

El encuentro es el tercero que tiene lugar, en el marco de una mesa de trabajo que conformaron funcionarios del intendente, Julio Alak, y de los ministerios de Desarrollo de la Comunidad y Hábitat, del gobierno provincial. Esta vez en el palacio municipal, la mesa redonda analizó medidas para implementar en uno de los principales problemas que afecta a la Ciudad: la proliferación de los barrios de emergencia de la periferia.

Uno de los temas salientes del cónclave fue el de la relocalización de 32 familias que viven a la vera de las vías, en el asentamiento de 122 y 52. La medida responde a una manda judicial ordenada por el juez federal Alejo Ramos Padilla, que data del año pasado pero que aún se encuentra incumplida.

Según indicaron a este diario funcionarios de la Comuna, la condición de precariedad de este grupo preocupa puntualmente, por la peligrosidad que representa el paso del tren por el lugar. Se trata de un asentamiento que se desarrolló poco antes de la pandemia en esa zona de El Bosque, perteneciente al gobierno nacional, si ningún tipo de condiciones sanitarias.

En ese contexto, trascendió que la subsecretaría de Hábitat del ministerio de la Comunidad, a cargo de Rubén Pascolini, avanzaría en medidas para su relocalización, que podrían ser definitivas “en cuatro meses”.

Desde la Municipalidad propusieron que el grupo sea trasladado al Barrio Nuevo, ubicado detrás del barrio El Mercadito, en Ringuelet, donde la Provincia instalaría viviendas modulares. También trascendió que, durante este proceso, las familias podrían ser reubicadas en un lugar de tránsito.

LA TOMA DE LOS HORNOS

La toma del exclub de Planeadores, en Los Hornos, fue un punto de particular inquietud por parte de la Comuna. El predio que comprende el área contenida entre las calles 76 y 90 y 141 y 155, es el más preocupante, desde el punto de vista estructural, por su volumen y escala.

En el lugar, cuya polémica toma se inició en febrero de 2020, llegaron a censarse 750 familias, aunque se desconoce si hoy esas todas esas personas registradas habitan realmente en el lugar.

Si bien desde el ministerio de la Comunidad provincial anunciaron un plan de urbanización de ese espacio, los funcionarios locales pidieron el avance de un proceso de regulación que sea integral, incorporando a otras áreas. También puntualizaron en una zona del predio que fue observada por la Universidad como una superficie “inundable” y, por lo tanto, inhabitable.

Del encuentro participó, además, la directora ejecutiva del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (Opisu), Romina Barrios. El organismo está abocado a la obras para la construcción de 175 viviendas, que se llevará a cabo en Melchor Romero, aunque no trascendieron detalles sobre su porcentaje de avance ni tiempos de ejecución.

Se estima que en nuestra ciudad más de 200 mil personas viven en unos 150 barrios de emergencia, que fueron proliferando en zonas de la periferia, sin servicios, conectividad ni infraestructura urbana básica.