La luz “líquida”, del fenómeno irreal a las oportunidades
Edición Impresa | 9 de Junio de 2024 | 07:29

En un rincón del espectro electromagnético, donde la ciencia y la ciencia ficción se encuentran, emerge un concepto que desafía nuestras concepciones tradicionales sobre la materia y la energía: la luz líquida. Este pseudo-estado de la luz, que podría parecer sacado de una novela futurista, está más cerca de la realidad de lo que podríamos imaginar, prometiendo revolucionar diversas tecnologías.
La luz líquida es un fenómeno extraordinario que combina las propiedades de la luz con las características de los fluidos. Imagina un chorro de luz comportándose como un líquido, fluyendo sin fricción y sin pérdida de energía. Este comportamiento es posible gracias a los polaritones, partículas híbridas que surgen cuando los fotones interactúan con materia excitada.
Para crear luz líquida, los científicos utilizan materiales ultradelgados colocados entre espejos súper reflectantes, bombardeándolos con pulsos de láser extremadamente cortos. Bajo estas condiciones, los fotones se acoplan con excitones (partículas de materia) para formar polaritones, que se mueven en armonía, creando un condensado de Bose-Einstein (BEC) de polaritones. Este estado cuántico permite que la luz fluya sin resistencia, similar a un superfluido.
El hito más significativo en la investigación de la luz líquida ocurrió en 2017, cuando un equipo liderado por Daniele Sanvitto del Instituto de Nanotecnología CNR NANOTEC en Italia logró producir luz líquida a temperatura ambiente. Utilizando una película ultrafina de moléculas orgánicas entre espejos altamente reflectantes y bombardeándola con pulsos láser muy cortos, el equipo pudo crear un superfluido de polaritones.
Este logro no solo demostró que la superfluidez es posible en un sistema de luz y materia a temperaturas accesibles, sino que también abrió la puerta a una amplia gama de aplicaciones tecnológicas. La colaboración internacional, incluyendo contribuciones de la École Polytechnique de Montreal en Canadá y la Universidad Aalto en Finlandia, ha sido crucial para entender y desarrollar este fenómeno.
La luz líquida tiene el potencial de transformar la computación y la electrónica. Una de las aplicaciones más prometedoras es en la computación óptica. Los dispositivos basados en luz líquida podrían ser mucho más rápidos y eficientes que los actuales sistemas electrónicos, transmitiendo información sin pérdidas de energía y sin el calentamiento excesivo que limita el rendimiento de los dispositivos convencionales. Esto no solo aumentaría la velocidad de procesamiento, sino que también reduciría significativamente el consumo de energía, promoviendo tecnologías más sostenibles y ecológicas.
En el campo de las telecomunicaciones, la luz líquida podría revolucionar la transmisión y el procesamiento de datos.
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