El despegue exitoso del cohete europeo Ariane 6

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El cohete europeo Ariane 6 despegó con éxito ayer y logró poner en órbita los microsatélites que transportaba, lo que representa un triunfo del primer vuelo de la nave europea y el regreso a un acceso autónomo al espacio para Europa.

“Es un día histórico para la ESA y para Europa”, celebró el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Joseph Aschbacher.

Para su homólogo de la agencia espacial francesa Cnes, Philippe Baptiste, “Europa está de vuelta”.

Antes incluso del éxito del vuelo, el jefe de la NASA, Bill Nelson, celebró en la red social X “un paso de gigante para la ESA con el primer lanzamiento de su potente cohete de nueva generación”.

Pese a los numerosos ensayos en tierra y a las simulaciones efectuadas desde hace meses, existía “una parte de riesgo” antes del vuelo, explicó Philippe Baptiste.

Históricamente, casi la mitad de los primeros lanzamientos de cohetes han sido fallidos, como en 1996 para el primer Ariane 5 que, sin embargo, de un total de 117 lanzamientos, solo falló dos veces.

“AUMENTO DE LA FRECUENCIA”

El cohete, cuya puesta en marcha se ha retrasado cuatro años, transportaba una decena de microsatélites de universidades.

El Ariane 6, que se puso en marcha en 2014, tiene capacidad para poner en órbita satélites geoestacionarios a 36.000 kilómetros de altitud y también constelaciones de satélites a cientos de kilómetros de la Tierra.

Para ello, el piso superior del cohete cuenta con un motor Vinci, la principal innovación de la nave.

Durante el vuelo, el motor Vinci se encendió con éxito en dos ocasiones para llevar el piso superior al lugar desde donde lanzó las cápsulas, una hora y seis minutos después del despegue.

Este vuelo de Ariane 6 tenía una importancia estratégica para los europeos y su continuidad frente al gigante estadounidense SpaceX, que lanza sus cohetes reutilizables Falcon 9 alrededor de dos veces por semana.

Desde el último vuelo de Ariane 5 hace un año, los europeos ya no pueden poner un satélite en órbita por sus propios medios. Y desde la invasión de Ucrania ya no tienen acceso al vehículo de lanzamiento mediano ruso Soyuz. Además el cohete Vega-C ha estado en tierra desde finales de 2022 tras un accidente.

Después de este primer vuelo, se necesitarán varios meses para analizar los datos transmitidos por los múltiples captores del cohete antes de realizar un primer lanzamiento comercial a finales de año, probablemente con el satélite de observación militar francés CSO-3.

El siguiente desafío será “lograr el aumento de la frecuencia” de vuelos, según Toni Tolker-Nielsen. Se prevén seis vuelos en 2025 y ocho al año siguiente.

 

Ariane 6

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