“Los jugadores nos retaron, no querían que elogiáramos a Cruzeiro”

Edición Impresa

El próximo lunes se cumplirán 15 años de la conquista de Estudiantes en la Copa Libertadores de América, luego de derroar 2-1 a Cruzeiro en el Mineirao. Claudio Gugnali también fue parte de ese cuerpo técnico de Alejandro Sabella junto a Julián Camino y el profe Pablo Blanco.

“Me marcó para toda la vida. Fue increíble. Alejandro habló con Julián, él me recomendó a mí y yo al Profe. Así se armó y a los cuatro meses estábamos levantando la copa. Teníamos un sentido de pertenencia que nos unía”, arrancó con su relato.

Recordó que llegaron con un equipo casi eliminado de la competencia y con problemas en el torneo local. “Debutamos con una goleada por la Libertadores y empatamos el clásico”. El resto de la historia es conocida: el Pincha fue campeón continental después de 39 años y Sabella pegó el salto al primer lugar de los entrenadores argentinos.

“Sabella se fijaba mucho del fútbol brasileño y le generaba algo especial. Es más, muchas veces lo decía públicamente. Y nos pasó algo increíble que marca de cuerpo entero lo que era ese plantel. Vino Sebastián (Verón) con otros jugadores y nos pidieron que dejáramos de elogiarlo tanto al rival, ‘No hables más de la Marea Azul’ De alguna manera nos retaron. Hay que saber escuchar a los jugadores porque eso no te hace perder autoridad. Lo hicimos y fuimos campeones”, contó esta anécdota nunca antes revelada sobre la charla con los jugadores en la previa del partido final contra Cruzeiro. “En ese momento nos dimos cuenta que podiamos ser campeones porque nuestros jugadores estaban muy arriba, no había nadie más fuertes que ellos”.

Dijo que no ganar en el partido en La Plata no bajó para nada las expectativas y repitió ese semblante del plantel. “Estaban convencidos de que podían ganar”.

Ese plantel tenía figuras de la talla de Juan Sebastián Verón, el Chapu Braña, el Chino Benítez, Maurito Boselli, Mariano Andújar, el Chavo (Desábato), Enzo Pérez... “Y otros como el Colorado Re que tenían un corazón inmenso. Te daba todo. Y en Abu Dhabi tuvo que marcar a Messi cuando hacía el enganche para adentro. Lo trabajó con Sabella mucho tiempo”.

Esa final con Barcelona le dolió más que la del Mundial de Brasil. “Era mi club, mi infancia, mi sentimiento... Lo de Alemania era distinto porque eran dos selecciones con mucho poderío que ganaba uno, lo de Estudiantes-Barcelona era la épica más grande de la historia o una de ellas. Era el mejor de ese momento y por mucha diferencia. Estuvimos a tres minutos. Claro que me dolió mucho. Pero también aprendimos que dar todo te libera de cualquier dolor. Por suerte antes habíamos sido campeones de América”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE