El calendario de la deuda viene con vencimientos muy fuertes para 2025

Economistas advierten sobre los desafíos que tendrá la Argentina para hacer frente a los fuertes vencimientos el año próximo

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Tras el pago de fuertes vencimientos por U$S1.600 millones, las reservas netas del Banco Central volvieron a ser negativas, justo que se inició un trimestre con pocas perspectivas de compra de divisas por parte de la autoridad monetaria.

En ese sentido, hay economistas que empiezan a alertar sobre los desafíos que tendrá la Argentina para hacer frente a los fuertes vencimientos previstos para el 2025.

El Gobierno pagó esta semana vencimientos de deuda con los tenedores de bonos e impactó fuertemente en las reservas del Banco Central, que cayeron más de U$S1.600 millones.

El Ejecutivo canceló también U$S2.600 millones a los tenedores de bonos AL30 y GD30, los de mayor liquidez de la deuda soberana argentina y también los de mayor ponderación en la medición del riesgo país.

En ese sentido, el segundo semestre será más exigente en términos de acumulación de divisas para el BCRA, que este mes también deberá cubrir un vencimiento de U$S640 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por eso, en la autoridad monetaria piensan en que la administración de las reservas por ahora debe destinarse a las operaciones vinculadas al comercio. Dicho de otro modo, no habrá cambios, por ejemplo, sobre el cupo de U$S200 para ahorro que se puede comprar en los bancos. Tampoco está previsto que haya modificaciones sobre el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, que se mantendrá en 2% mensual.

Asimismo, el ministro de Economía, Luis Caputo; el titular del Banco Central, Santiago Bausili, e incluso el presidente Javier Milei se encargaron de repetir de manera incesante que no había fecha para eliminar el cepo. Ahora, puertas adentro del Gobierno empieza a circular la idea de avanzar en una salida “en capas”.

Esto significaría que el desarme de las restricciones que hoy pesan para acceder al mercado de cambios será gradual y por lo pronto atada a ciertas condiciones.

“Los inversores continúan expectantes de una ‘hoja de ruta’ hacia el segundo semestre que incluya al menos una gradual liberación del cepo, toda vez que la normalización cambiaria se considera condición necesaria para continuar con el ordenamiento de la economía, hasta el momento concentrado en lo fiscal y en la mejora de la hoja de balance del BCRA”, señaló al respecto el economista Gustavo Ber.

En esa línea, profundizó: “Los operadores no sólo están atentos a los contactos con el FMI en busca de un posible nuevo acuerdo que incluya fondos frescos sino también la dinámica de las reservas dado que resultan importantes para la salida del cepo, más allá de que este tercer trimestre será más desafiante ante una combinación de menor oferta y mayor demanda bajo los lineamientos vigentes del ‘crawling-peg’ y ‘blend’”.

“A la espera de señales desde dicho frente cambiario es que los dólares financieros y libre continúan subiendo, zona en la cual podrían apuntar a intercalar un respiro, aún cuando despierta inquietudes que la ‘brecha’ se ha acomodado por encima del 50% y ello podría comenzar -de sostenerse en el tiempo- a generar eventuales distorsiones así como afectar las expectativas de los agentes económicos”, señaló el especialista.

En tanto, el economista de la UBA Guido Lapa advirtió que el país se podría encaminar a “una nueva crisis de deuda”.

“La Argentina cada vez está más endeudada y en el 2025 hay vencimientos muy importantes tanto en lo que tiene que ver con el Fondo Monetario e incluso con los acreedores privados”, señaló.

Dijo que el país “tiene que juntar muchísimos dólares, que no está claro de dónde los va a juntar porque si bien cayeron mucho las importaciones en el último tiempo, producto de la recesión y también producto de que muchos empresarios, aprovechando los manejos que se podían hacer con el gobierno anterior, se sobrestockearon y no tienen la necesidad de reponer tanta mercadería”.

“Cayeron muchas importaciones, en las exportaciones, no tenemos el problema de la sequía que tuvimos el año pasado, pero esa balanza comercial superavitaria, es decir esos dólares que le quedan a la Argentina producto de exportar más de lo que importa, no alcanzan”, explicó en declaraciones radiales. Además, Lapa alertó que “si el consumo no se recupera, es difícil pensar cuál va a ser el motor que traiga la recuperación económica”.

“La política económica del gobierno desalienta la recuperación, porque la producción del PBI en la Argentina se compone 70% a partir de lo que es el consumo, que de todos los factores es el que peor está, porque la política del gobierno ha llevado a una caída estrepitosa de los salarios reales”, señaló.

Lapa dijo que “si caen las jubilaciones, si caen los salarios, si se recortan los programas sociales más sensibles, lo que se va a ver es una caída del consumo”.

El segundo semestre será más exigente para la acumulación de divisas del Central

 

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