Emmanuel Horvilleur: “Me gusta entrar y salir de las épocas”

Emmanuel Horvilleur craneó “Aqua di Emma”, su último disco, desde la pandemia. Aquel álbum, lanzado el año pasado, fue apenas el comienzo, y ya tiene otro conjunto de canciones para dar a luz. Pero este año decidió algo distinto: bailó en Niceto al ritmo de “Había una vez”, un concierto con el que recorre las diferentes épocas, desde Illya Kuryaki hasta este presente.

Ese recital, que “fue diseñado hace tiempo”, sale ahora de paseo y llega esta noche a La Plata, para sonar en la sala de 58 entre 10 y 11 desde las 20 horas. ¿Una mirada retrospectiva para un artista que siempre parece mirar hacia delante? “Es que llega un momento donde uno tiene tantos discos, tantas épocas distintas, tanto todo, que pasa algo retrospectivo. Aunque uno le escape a cierta cosa nostálgica, algo de eso hay”, consiente Horvilleur, en diálogo con EL DIA.

Aunque agrega: “Pero en esa ecuación termina ganando el eclecticismo, la mezcla de momentos, de estilos, de músicas. Y a la vez, nada hace ruido, todo se hilvana bien”.

Hay algo allí, entonces, del ADN del artista que rompió los cánones en los 90 junto a Dante Spinetta en Illya Kuryaki & the Valderramas y que siguió fusionando sonidos e influencias en su carrera solista, siempre desmarcándose de lo esperado. En ese sentido, no le gusta la nostalgia que impera en los tiempos que corren, aunque acepta que mira para atrás para ir hacia delante. “Siempre miré para atrás”, explica el artista que lleva ya siete discos fusionando estilos. “Me gusta entrar y salir de las épocas, y este show tiene eso, como lo tiene mi carrera”.

Los nuevos tiempos

“Me gusta compararme con un cocinero: a veces, en la cocina, lo más moderno es hacer recetas clásicas. Illya Kuryaki en ‘Chaco’ estaba al palo con los 70, con el funk, también viajábamos para atrás: para nosotros lo moderno era ir para atrás y descubrir cosas que no estaban, que no eran populares. Entonces, esa búsqueda siempre estuvo en mí, ese ir para atrás. Ser un poco atemporal. Eso me interesa, me cuesta estar con lo que está sonando en el momento, me da un poco de rechazo lo que suena en todos lados”, dice Emmanuel.

Esa búsqueda que los jovencitos Emmanuel y Dante hicieron a tientas en los 90, los jóvenes de hoy pueden hacerla desde su celular, navegando por las plataformas digitales de música.

El resultado es un sonido que todo lo fusiona, todo lo devora y todo lo regurgita. “He encontrado mucha música nueva que me encanta, artistas nuevos y no tan nuevos”, dice de estos tiempos Horvilleur. “La música que hicimos en los 90, que era un poco una rareza, y otras cosas que escuchaba y no eran consideradas cool, se fueron mezclando, y hay algo que me gusta de esta época: es libre. Cuando yo era chico, por ejemplo, Weather Report era una banda que le gustaba a los músicos, pero no era cool escuchar eso. De pronto, todos los estilos de música se fueron mezclando, se reinterpretaron muchos sonidos, y eso me gusta, me siento cómodo ahí: es parte de mi sonido, yo tomo este nuevo licuado de música, me parece buenísimo”.

- Hablás de lo que suena en todos lados. Hoy suena en muchos lugares una música que los tiene como referentes, a Dante y a vos, lo que hicieron hace 30 años resuena completamente en el presente. ¿Se sienten así, pioneros?

- Bueno, parcialmente, por momentos más, por momentos menos… Obviamente, tengo claro que Illya Kuryaki es una banda que hizo fértil un campo que más adelante cosecharon otros, sabiéndolo o sin saberlo. Un disco como “Fabrico cuero”, de un dúo de hip hop, era algo raro para la escena en ese momento, creo que hoy se escucha más natural. Pero siempre fuimos una banda un poco rara, mezclábamos todo, jugando sin tanto prejuicio, rap, rock, funk. Y en ese momento no pudimos gozar del éxito que podríamos haber tenido en esta época, “Abarajame”, por ejemplo, hubiera sido viral. Pero toda esa mezcla que hicimos permitió que viniera otra movida, y hoy se siente mucho más natural el sonido de esos artistas.

- También desde lo visual, desde los videoclips, la puesta en escena, el concepto visual de cada disco, se adelantaron un poco a su tiempo.

- Sí, para nosotros era importante tener nuestra estética, un correlato visual en los clips, en las tapas de los discos, en las fotos: eran todas oportunidades para plasmar lo que nos interesaba. Pero estaban ya Soda Stereo y otros que tenían una estética. Lo que creo es que Kuryaki empezó con otra cosa, una mezcla: lo que sonaba en la música tenía un correlato visual, en los looks, la influencia del cine de artes marciales, la moda de descarte, un montón de cosas.

- Hablamos de aquellos tiempos. ¿Y con estos tiempos cómo te llevas? Acabas de lanzar un álbum, un disco para escuchar de principio a fin, en tiempos de singles. ¿Cómo te llevás con estos tiempos donde las plataformas te empujan a lanzar singles constantemente?

- No es lo que más me molesta. Pero sí siento que nos tocó siempre la difícil, a mí, a Dante. Yo hoy piso los 50, tengo otro tipo de plataforma, de algoritmo, con respecto a mi público: es mucho más lento el proceso… Y siempre fue así, estoy un poco acostumbrado, no le pido a la carrera más de lo que me da naturalmente. En estos días, un cover que hice con Mex Urtizberea se volvió un poco viral, y es loco cómo la gente llega a lo viral, cómo se expresan, se acerca gente que nunca le habías aparecido… Entonces, a veces es un poco cansador para un artista como yo esperar que las redes hagan todo el trabajo. A mi me gustaría seguir sonando en las radios: a veces lo logro, a veces no, pero mi carrera fue así siempre, como decía, siempre fuimos un poco raros.