La delincuencia está ensañada con las instituciones que se dedican al bien público

Si bien la sucesión de robos a clubes, escuelas o templos de cualquier religión traduce hasta qué grados reina la inseguridad en nuestra zona, resulta también inexplicable el ensañamiento de los delincuentes contra instituciones dedicadas al bien público, no sólo despojadas de finalidades de lucro sino dedicadas tan sólo a mejorar las condiciones y la calidad de vida de la población.

Ahora termina de sufrir despojos y daños el club Alumni de Los Hornos que, pese a haber demostrado en su historia, merced al denodado esfuerzo de sus directivos y socios, su empeño por ayudar a la comunidad, volvió a ser visitado por el delito y lastimado seriamente en parte de su patrimonio.

El epicentro del ataque sufrido en las últimas horas fue la sede social, que se encuentra 148 entre 66 y 67, en la que desconocidos saquearon una oficina administrativa. Las cámaras de seguridad lograron registrar el hecho y ahora desde la entidad se aguarda que la Policía y la Justicia puedan avanzar en el esclarecimiento del hecho y en la captura de sus responsables.

Cabe recordar que el Alumni todavía se recuperaba del robo seguido por un devastador incendio intencional, en un episodio ocurrido en diciembre pasado. Los delincuentes que ingresaron para robar todo lo que pudieron, luego le prendieron fuego al comedor del club. “En esa oportunidad perdimos por completo una dependencia en la que le brindábamos el desayuno y la merienda a los chicos”, dicen.

Sobre el robo ocurrido hace pocas jornadas, desde el club manifestaron resignación por la situación de la inseguridad. En un comunicado, que subieron a sus redes sociales, expresaron: “¿Quizás debamos agradecer que esta vez no nos prendieron fuego? Ya no sabemos qué pensar. Esta vez le tocó a la sede. En la noche de ayer dos personajes rompieron la reja y entraron a la secretaria del club y se llevaron una estufa, una luz de emergencia, el dispenser de agua y la poca plata que había de las cuotas”, relataron sobre el faltante.

Sin dejar de tomar en cuenta la crisis económico-social que afecta a todos, existen dos aspectos sobre los cuales las autoridades debieran profundizar acciones: el primero de ellos, en el educativo, inculcando en la sociedad principios de respeto a la obra que despliegan las entidades de bien público; el segundo y tan importante como el anterior, se refiere a la actividad policial preventiva, que debiera reflejarse en un aumento de los patrullajes y en las mínimas tareas de inteligencia barrial que debería realizar para poder identificar a los autores de estos delitos.

En el caso de los clubes de barrio, por lo que significan en el logro de mejoras de todo tipo para sus zonas de influencia, por el papel fundamental desempeñado con los niños, ofreciéndoles actividades culturales, recreativas y deportivas, con lo que ello conlleva de positivo para su salud y su mejor formación cultural, se torna indispensable que las autoridades hagan lo necesario para impedir que la delincuencia se ensañe, como lo hace, con estas instituciones.