Oscar Araiz: “La danza ofrece un poco de luz: se baila por necesidad”

El coreógrafo presenta en el Argentino “Cuatro tiempos”, suite de piezas realizadas durante sus días en el Grand Théâtre de Genève

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“Cuatro tiempos”, cuatro piezas de danza, sobre música de cuatro compositores diferentes, de cuatro eras distintas, con un denominador común: Oscar Araiz, una de las figuras centrales del ballet en Argentina, iniciador de la danza contemporánea en el país, presenta en el Teatro Argentino desde hoy seis funciones de esos “Cuatro tiempos”, cuatro “ejercicios coreográficos” que compuso en sus días en el Grand Théâtre de Genève, junto a “una Compañía de Danza sólida y dispuesta a combinar el espíritu académico y los juegos de la experimentación”.

La suite de cuatro coreografías será interpretada hoy, el domingo, y desde el 23 al 25 de agosto, en la Sala Ginastera del Teatro Argentino, con entrada gratuita. Se compone de “Cantares” (música: “Rapsodia española” de Maurice Ravel), “Rapsodia” (música: “Rapsodia sobre un tema de Paganini” de Sergei Rachmaninov), “L’Hirondelle” (música: “Valses nobles y sentimentales” de Maurice Ravel) -que se presenta en carácter de estreno para la Compañía- y “El mar” (música: “La mer” de Claude Debussy).

Bailará las cuatro piezas el Ballet Estable que cuenta con la dirección de María Fernanda Bianchi y la preparación de repertorio coreográfico de Fabiana Bianchi. La Orquesta Estable acompañará bajo la batuta de Carlos Calleja, como director invitado; en la ejecución de “Rapsodia sobre un tema de Paganini” intervendrá como pianista José David Rocha. El dispositivo escénico corre a cargo de María José Besozzi y el vestuario, de Carlos Cytrynowski (“Cantares” y “El mar”), Renata Schussheim (“Rapsodia”) y Nuno Corte Real (“L’Hirondelle”).

“Cantares”, que evoca la herencia española de Ravel, se estrenó en 1981, al igual que “Rapsodia”, danza bajo el influjo de Rachmaninov que Araiz describe como “una aproximación al juego de las energías, los deseos y sus mecánicas y estrategias”. Un año más tarde se estrenó “El mar”, que representa “la danza como energía coral, la fluidez del aire y el agua en sus significaciones físicas, simbólicas y espirituales”; y en 1986, “L’Hirondelle” se interpretó por primera vez. La suite de las cuatro es, dice el coreógrafo en diálogo con EL DIA, “una conjunción circunstancial que luego de la última función podría desaparecer, o descomponerse en otra alineaciones”. Aunque “cada espectador puede encontrar, según su propia historia y sensibilidad, asociaciones visuales, resonancias anímicas, jirones de otras historias”.

“Son cuatro tiempos que a su vez están enmarcados por un tiempo mayor, como las horas en los días y éstas en los años; hay una conexión espacial, la ciudad de Ginebra, contenida en un país y una cultura caracterizada por los valores éticos, la diversidad o la convivencia, y que se reflejaban en la Compañía de danza del Grand Théâtre que estrenó éstos ejercicios coreográficos”, explica Araiz, cuya vida artística está muy ligada al Teatro Argentino: en sus inicios, en los 60, como bailarín, fue parte del Ballet. “Estar de paso”, dice, “es visitar los fantasmas, asombrarme con los jóvenes, usufructuar la posibilidad de jugar un rato con ellos”.

También, claro, es intentar poner en escena cuatro piezas de ballet. Y en ese sentido, dice, “orden y desorden se debaten en toda construcción”. Los ensayos “son oportunidades para crecer, madurar, estimular, asumir riesgos y peligros como la fosilización burocrática. Sólo en equipo se construye”.

“En los ensayos intento concientizar los juegos del tiempo y del espacio. Las herramientas necesitan estar limpias, la disposición clara, la flexibilidad presente. Son sólo algunos ingredientes del proceso alquímico de una cocina o un teatro constituido por secciones, (técnica, artística, administrativa). Hay ebullición”, sigue describiendo Araiz sus días en el Teatro.

Las funciones de “Cuatro tiempos” se llevarán adelante con entrada gratuita en un momento difícil para el arte y la sociedad. En ese contexto, dice Araiz que la danza “ofrece un poco de luz: se danza por necesidad. Se mejoran algunos momentos presentes”. Pero, agrega, “no recuerdo época sin recortes al arte. Recuerdo directores y creadores capaces de revertir esas circunstancias en beneficio de instituciones y comunidad”.

El coreógrafo Oscar Araiz vuelve a la Ciudad

Para agendar
Qué: “Cuatro tiempos”, suite de cuatro piezas del coreógrafo Oscar Araiz sobre música de Ravel, Rachmaninov y DebussyDónde: Sala Alberto Ginastera del Teatro ArgentinoCuándo: Hoy a las 20, el domingo a las 17, del jueves 22 al sábado 24 a las 20 y domingo 25 a las 17.Entradas gratuitas con reserva online a través del link publicado en las redes sociales del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Teatro Argentino. Las personas mayores de 65 años tendrán además la opción de reservar sus entradas de forma presencial en la boletería del Teatro, presentando su DNI.

 

Oscar Araiz

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