La icónica Tupperware está en caída libre y al borde de la bancarrota

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En un contexto global donde el auge de prácticas como la preparación de comidas y la compra en grandes cantidades ha centrado aún más la atención en los contenedores de alimentos reutilizables, Tupperware Brands, un símbolo de almacenamiento doméstico de la postguerra, enfrenta serios desafíos financieros y de relevancia. A pesar de su posición histórica en la cultura global, esta marca reportó una continua disminución en sus ventas y recientemente advirtió a los reguladores financieros sobre su dificultad para presentar su informe anual a tiempo, citando una “condición financiera desafiante”.

El modelo de negocio de la compañía de envases, basado en ventas directas a través de encuentros sociales, fue perdiendo eficacia en Estados Unidos, donde ahora representa solo una cuarta parte de su volumen total, en contraste significativo con su éxito en mercados asiáticos.

En EE UU, su principal mercado, la realidad es completamente opuesta. La productora de insumos para el hogar se está preparando para declararse en quiebra, según informó la agencia Bloomberg. La decisión llegaría al cabo de varios años de dificultades y de esfuerzos por reactivar el negocio en medio de una demanda decreciente.

La reconocida compañía enfrenta una dura realidad, con una deuda de U$S700 millones, ventas en declive y un mercado que evoluciona rápidamente hacia opciones más modernas y seguras. Según una agencia internacional, la firma prepara la presentación de la bancarrota.

Las acciones de Tupperware cayeron un 98,8% desde su máximo histórico del 17 de enero de 2014.

La marca de artículos para el hogar, que durante décadas marcó rumbo en el almacenamiento de alimentos, planea solicitar protección judicial después de incumplir los términos de su deuda y reclutó a asesores legales y financieros.

En América del Norte, competidores como OXO, Pyrex y Rubbermaid capturaron la atención de los consumidores con productos que destacan por su estética moderna y precios competitivos, ofreciendo alternativas en plástico duro o vidrio y sistemas de sellado más efectivos. Estas marcas apelan a una tendencia hacia la transparencia y la seguridad en los utensilios de cocina, distanciándose del plástico texturizado y opaco que caracteriza a muchos productos de Tupperware.

Largas negociaciones

Los preparativos para la quiebra siguen a prolongadas negociaciones entre Tupperware y sus financistas sobre cómo gestionar más de U$S700 millones en deuda.

La historia de Tupperware es la de un gigante de la postguerra que transformó la vida doméstica americana, ofreciendo soluciones de almacenamiento que prometían frescura y conveniencia. Los contenedores, en sus inicios innovadores y herméticos, se convirtieron en sinónimo de eficacia doméstica. Sin embargo, el cambio en las dinámicas de trabajo y las preferencias de consumo, junto con una latente desconfianza hacia los plásticos utilizados en la fabricación de estos productos, han golpeado fuertemente a la marca.

Las acciones de Tupperware cayeron un 98,8% desde su máximo histórico en 2014

 

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