“Salem’s Lot”: pueblo chico, infierno grande
Edición Impresa | 29 de Septiembre de 2024 | 05:26

Ben Mears, escritor, vuelve a su pueblito tradicional en busca de inspiración: lo que encuentra, en el clásico de Stephen King, “El misterio de Salem’s Lot”, es un pueblo sediento de sangre, bajo el control de un poderoso vampiro.
Es una historia emblemática, la segunda novela del autor y una de sus obras más exitosas, con varias adaptaciones a la pantalla, que ahora vuelve, a través de Max, a convertirse en película: con dirección de Gaby Dauberman, Lewis Pullman como Mears, y un elenco que incluye a Alfre Woodard (Dr. Cody), Makenzie Leigh (Susan Norton) y Spencer Treat Clark (Mike Ryerson), la película llega al servicio de streaming el jueves.
Pero pudo no haber llegado nunca. La nueva adaptación se filmó en 2019, pero diferentes cuestiones (la pandemia, los cambios de manos de las casas productoras, la huelga de guionistas), fue aplazada, año tras año. Incluso Stephen King metió presión, afirmando que se trataba de una “muy buena” adaptación y que no comprendía su exilio al purgatorio.
“Es cierto que muchas películas pueden ver la luz gracias al streaming, pero me hubiera encantado verla en un cine, con cientas de personas, donde te dejás llevar por las reacciones. ¡Pero al menos puede ver la luz!”, dice, al respecto, Pullman, actor también de “Lecciones de química” e hijo de Bill Pullman.
Y cuenta al respecto, en una conferencia de prensa de la que fue parte EL DIA, Spencer Treat Clark, el actor que hizo de sobrino de Cómodo en “Gladiador”: “Tiene sentido que la película salga en otoño, por esa sensación del otoño en Nueva Inglaterra y las hojas amarillas, por Noche de Brujas. Así que cada año que no salía en otoño, sabíamos que iba a ser aplazada”.
Finalmente, verá la luz, entonces, una nueva adaptación de la novela, una nueva adaptación de una obra de King, una nueva película de vampiros. ¿Qué hace diferente a esta versión? “Es una adaptación clásica, casi retro, creo que encontraron el clima, el ambiente justo”, dice Woodward: efectivamente, Dauberman parece beber de las aguas del cine de los 80 para contar esta historia con espíritu clásico.
SOCIEDAD INFECTADA
Pero la historia, dice Treat Clark, uno de los que se vuelve vampiro, ya era bien distinta, porque no se trata de la transformación en chupasangres de individuos, sino que “es la transformación de un pueblo entero. Es como si el pueblo fuera un organismo vivo: es una especie de metáfora, no es una típica película de monstruos, es un pueblo entero carcomiéndose desde adentro”.
“Infecta toda la sociedad”, añade Woodward, que encarna a la Dra- Cody, “la voz de la razón… hasta que ya no podía razonar más”.
“En las películas de terror”, sigue, “habitualmente se saben quiénes son los buenos, quiénes los malos: nadie, ni los chicos, está exento de volverse vampiro. Eso provoca que nunca sepas de dónde puede venir el peligro. ¡Y en un pueblo, donde todos se conocen! Entonces, no hay soluciones fáciles para el espectador, no miramos desde afuera, el vampiro puede ser cualquiera de nosotros”.
Al rescate sale el grupo protagonista de la película, un grupo, como siempre en King, que viene de las afueras de ese pueblo contaminado. “Los marginados son los que ven las cosas de otra manera”, dice Pullman. “Y siempre es divertido ver a un grupo de descastados resolviendo cosas”.
De un lado, los “outsiders”. Del otro, los vampiros, en una nueva aparición en la pantalla. Siempre volvemos a los vampiros. Y al terror. Dice Treat Clark, al respecto: “Hay un deseo a ser asustado, no se por qué, hay algo que nos lleva a querer ser perturbados”.
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