Purga de diplomáticos en la Cancillería argentina
Edición Impresa | 16 de Enero de 2025 | 02:48

Y la motosierra también llegó al Ministerio de Relaciones Exteriores, Culto y Comercio Internacional, que impulsó en los últimos días una serie de cambios en la planta de representantes diplomáticos de los distintos países por pedido del canciller Gerardo Werthein, quien se muestra decidido ajuste.
Detrás de la oficialización de la salida del embajador en Uruguay, Martín García Moritán, se esconde la decisión de avanzar en la jubilación del personal que cumpla con la edad correspondiente para cesar de sus funciones.
“El embajador ha sido trasladado de regreso, como establece el decreto publicado en el día de la fecha, por haber alcanzado la edad jubilatoria”, admitió a la Agencia Noticias Argentinas una importante fuente del Palacio San Martín.
Según la ley 20.957, las escalas establecidas determinan que los límites son de 70 años para los embajadores; 67 para los que tienen rango de ministros y 65 años para los que no alcanzaron a serlo.
Al traslado de Moritán se sumaron además el desplazamiento de los embajadores Juan Carlos Valle Raleigh, de Bélgica, y Claudio Pérez Paladino, de Sudáfrica, también notificados en el Boletín Oficial.
“Como ocurre en la normalidad, si se alcanza la edad estipulada, la persona se jubila y se termina la historia”, aseguraron.
Tal y como pide el presidente Javier Milei, Werthein apuesta a reordenar la cartera y terminar con los “privilegios” de los diplomáticos. Según revelaron fuentes del ministerio la intención es unificar embajadas y consulados para abaratar costos.
“Cuando esté terminado el trabajo de reorganización y la nueva estructura de la Cancillería, oportunamente va a ser publicada a través de un decreto como indica la ley”, detalló un funcionario, al tiempo que especificó que la idea es impulsar un proceso de identificación de las oficinas que podrían cerrarse “si es que demuestran no tener utilidad” al igual que, sostienen, llevan adelante “en el mundo”.
Uruguay suena como uno de los posibles casos, ya que cuenta con la sede en Montevideo y la representación en la Alianza Latinoamericana para la Integración (ALADI). También Roma, y se encuentran en estudio otras posibilidades. “Todos los países están reviendo sus estructuras y reviendo sus gastos”, aclararon.
Sin vocero designado, Werthein se rodea de pocas personas que conforman la mesa chica del ministerio: el jefe de gabinete, Ricardo Lachterman; el representante ante la ONU, Francisco Tropepi, y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler.
Otra de los temas pendientes es el nombramiento de algunos embajadores claves como el caso de España pese a haber anunciado que Alejandro Alonso asumiría al cargo a principios de enero.
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