Fue a tomar mate a Punta Lara y le vaciaron la casa

Si bien el caso es materia de investigación, casi no hay dudas de que él o los hampones contaban con la llave del inmueble

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Los años de trabajo, esfuerzo y sacrificio de una mujer de 44 años tuvieron el pasado martes el peor de los destinos. Un total de 3.300 dólares estadounidenses y 1.200.000 pesos se convirtieron en el botín de un atraco que resultó ser tan ruinoso como misterioso.

Es que, a diferencia de lo que sucede en la mayoría de los robos, lejos de encontrarse alguna puerta o ventana vulnerada, todo estaba cerrado. “No hay otra forma de entrar a la casa que no sea por las ventanas que tienen rejas y estaban intactas o por la única puerta que tiene”, expuso una fuente consultada. Si bien el caso es materia de investigación, casi no hay dudas de que él o los hampones contaban con la llave del inmueble.

La incógnita a dilucidar es, por estas horas, la identidad de quienes ingresaron a su departamento ubicado en 14 entre 64 y 65 y en un lapso de apenas 3 horas, arrasaron por completo con las miles de horas que esta mujer dedicó a trabajar y ahorrar con el objetivo de mejorar su calidad de vida.

Se sabe que el hecho tuvo lugar entre las 16:30 horas, momento en el que salió de su departamento para cumplir con un trámite personal y luego pasar a buscar a su pareja para acudir a Punta Lara, y las 19:30, horas cuando regresó.

Al abrir la puerta de su departamento, un escenario completamente distinto a lo que había dejado detrás la hizo tomar conciencia de lo sucedido: el interior estaba revuelto, como si alguien hubiera estado buscando algo con urgencia.

Pero lo más alarmante aún estaba por descubrirse. En el comedor, donde había dejado una caja fuerte, ya no había nada. La caja, que contenía una suma considerable de dinero en efectivo, había desaparecido. Ante esta situación, la mujer se dirigió rápidamente a la administración del edificio para revisar las cámaras de seguridad.

Sin embargo, la respuesta fue desalentadora. Las cámaras externas e internas del complejo solo filmaban, pero no grababan, por lo que no pudieron proporcionar imágenes útiles del momento exacto del robo.

Por si fuera poco, en las cercanías del edificio, una dependencia tiene cámaras que apuntan a la vía pública, pero el empleado que la atendió le indicó que solo podrían acceder a las grabaciones al día siguiente.

Las autoridades ya están trabajando para esclarecer lo sucedido. Según una fuente cercana a la investigación, el hecho de que la puerta no haya sido forzada ha hecho que se barajen varias hipótesis. “Es posible que se trate de un inquilino anterior, o incluso de alguien del entorno de la víctima, que haya podido hacer una copia de la llave”, dijo una fuente.

Por estas horas, la policía ya tiene en su poder varias grabaciones captadas por cámaras de seguridad de la zona y se encuentran analizando cada cuadro con la esperanza de dar con algún indicio que permita identificar al ladrón.

 

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