Fuego cruzado: en medio de la disputa, Estudiantes espera por Medina

Estudiantes se metió en una pelea política tras su decisión de apoyar el desembarco de capitales privados en el fútbol argentino. Desde hace meses que está en boca de varios, pero en los últimos días directamente fue tema de la Patria Futbolera.

Si bien el presidente albirrojo Juan Sebastián Verón y sus dirigentes más cercanos siempre intentaron alejar las siglas SAD de la órbita, el propio presidente de la Nación, Javier Milei, lo nombró como el club que iba a ser la punta de lanza, idénticas palabras utilizadas por el empresario Guillermo Tofoni, el apoderado de Foster Gillett en Argentina. La Brujita luego lo desmintió pero ya fue demasiado tarde para un sector de la opinión pública.

Ya para ese entonces Estudiantes empezó a generar amores y odios de la mano de la política nacional e ingresó al hall de los temas que se discuten a diario como la inflación, el éxito o fracaso de la temporada en la Costa y el préstamo al Fondo Monetario.

A tal punto llegó la crítica nacional que ayer se puso arriba de la mesa un acuerdo bilateral entre Argentina y Jamaica, mediante el cual se realizará un intercambio de profesionales para el desarrollo del fútbol en dicha isla del Caribe. Según lo firmado por Cancillería el contacto en el país será Estudiantes. A los opositores al Gobierno nacional no les gustó.

Pero el gran tema que tiene a Estudiantes, AFA, Boca FIFA y hasta al Gobierno es el pase de Cristian Medina, que fue todo un símbolo para el desembarco de los capitales privados. Hoy por hoy su arribo al Pincha está en veremos debido a la forma de pago que efectuó el empresario Foster Gillet para quedarse con el jugador.

Según lo denunciado por Boca ante la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la cláusula de rescisión, valuada en 15 millones de dólares, fue pagada desde una cuenta personal de Gillett.

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Este acto está en contradicción con el reglamento de la FIFA, que prohíbe que terceros se involucren directamente en la compra de los derechos de un jugador.

El reglamento de la FIFA establece en su artículo 18, sobre transferencias, que la adquisición de derechos federativos o económicos de un jugador debe realizarse exclusivamente por el club contratante o el propio futbolista. Cualquier otro mecanismo es considerado una violación de las normas.

Ante esta situación, el departamento legal de Boca actuó rápidamente y presentó la denuncia para evitar sanciones graves que podrían incluir multas, restricciones para incorporar jugadores o incluso la inhabilitación para disputar partidos oficiales por períodos de entre cuatro y seis meses.

Desde Estudiantes, sin embargo, aseguran haber actuado dentro del marco legal. Según argumentan, el pago se realizó “por cuenta y orden” de Medina, lo cual, en su opinión, cumpliría con las normativas vigentes. Sergio Marchi, de Futbolistas Agremiados, jugaría a favor.

Además, desde el club señalaron que están dispuestos a presentar la documentación necesaria para sustentar su posición y despejar cualquier duda sobre la legitimidad del procedimiento.

Si se confirma la irregularidad, el traspaso podría ser anulado temporalmente hasta que se rectifique la forma de pago.

En caso de que el dinero se transfiera correctamente, ya sea desde Estudiantes o en nombre del jugador, Medina podrá finalmente incorporarse al Pincha, con contrato previsto hasta mediados de 2025. Pero no será sencillo y la AFA jugará sus cartas.