Ordenan una pericia psicológica para saber si Julio Moura fabula
Edición Impresa | 8 de Enero de 2025 | 02:34

La Justicia avanza con distintas medidas de prueba en su búsqueda por determinar qué fue lo que realmente ocurrió dentro de la casa del histórico guitarrista del grupo Virus, Julio Moura, donde su pareja de 53 años fue encontrada sin vida. Hasta el momento, se cree que se trató de un caso accidental en medio de un juego sexual de características sadomasoquistas, incluso atravesado por una supuesta ingesta de estupefacientes.
Sin embargo, antes de emitir cualquier tipo de conclusión, el fiscal responsable de la pesquisa, Gonzalo Petit Bosnic, aguardará el resultado de distintos peritajes que aún se encuentran en curso.
Por ejemplo, el análisis de los dispositivos electrónicos hallados de la propiedad del músico, situada en las calles 419 y 31 de Villa Elisa, como así también el cotejo toxicológico de las muestras obtenidas en la víctima, identificada como Andrea Gloria Murillo Rojas, y en el propio Moura.
Ahora, de acuerdo a fuentes vinculadas al proceso, se dispuso la realización de un peritaje psicológico, que intentará determinar, entre otras cuestiones, si el músico fabula.
Además el titular de la causa quiere saber si Moura puede tener capacidad para distorsionar la realidad; fantasear; si muestra indicadores de patologías psiquiátricas o algún tipo de trastorno con incidencia en el plano emocional.
El estudio, siempre a decir de los mismos voceros, se desarrollará en los próximos días y para ello Moura deberá presentarse en la sede de la Asesoría de Tribunales, que funciona en 41 entre 119 y 120.
Aún sin fecha programada para una eventual declaración del guitarrista, el fiscal Petit Bosnic no quiere quemar etapas y espera tener un panorama más claro para definir en qué marco podría concretarse esa diligencia.
Como se sabe, Moura ya habló a poco del evento, cuando la Policía llegó a su propiedad, aunque se trató de un contacto informal y sin valor probatorio alguno.
Sí se analizó en la recorrida por la escena, para descartar cualquier coartada y verificar que haya correlación entre lo expuesto y las evidencias físicas que iban surgiendo de esa reconstrucción visual.
Andrea Gloria Murillo Rojas tenía una cuerda en su cuello. Se supone que fue en una de esas prácticas que “algo salió mal” y terminó provocándole la muerte.
Es por eso que coincide con la explicación que el músico le dio a la Policía, admitiendo que estaban “manteniendo un juego sexual mediante ahorcadura”, lo que se conoce como “asfixia erótica”.
El fundamento detrás de esta práctica radica en que la reducción de oxígeno al cerebro puede aumentar la sensación de euforia y placer sexual debido a una combinación de factores fisiológicos y psicológicos. Al limitar la respiración, se liberan endorfinas y otros neurotransmisores que potencian la experiencia.
A pesar de ser practicada por algunos adultos de manera consensuada, la asfixia erótica conlleva riesgos extremadamente altos, incluso cuando hay confianza entre las partes. Entre los principales peligros se destacan:
Pérdida de conocimiento repentina: puede ocurrir en cuestión de segundos, impidiendo a la pareja reaccionar a tiempo para liberar a la persona.
Daño cerebral irreversible: la falta de oxígeno puede causar daños permanentes en el cerebro en menos de tres minutos.
Paro cardíaco: la presión sobre el cuello puede interferir con el flujo sanguíneo y provocar un paro cardíaco.
Asfixia accidental y muerte: un pequeño error de cálculo o un desmayo imprevisto puede resultar fatal.
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