“¡Alto, Perú!”: cayeron “Pequeño J” y su mano derecha
Edición Impresa | 1 de Octubre de 2025 | 02:34

“Pequeño J”, el narco peruano buscado por el triple crimen de Florencio Varela fue detenido ayer en Lima. La noticia se conoció poco después de la captura de su mano derecha, Matías Ozorio, a quien también atraparon en esa ciudad. ¿Se movían juntos? Es una de las hipótesis que manejan los investigadores, aunque hubo algo que no pasó desapercibido para nadie: no evidenciaron formar parte de una célula criminal demasiado sofisticada. Tony Janzen Valverde Victoriano (20) estaba escondido en un camión.
De acuerdo a los investigadores, el prófugo venía desde Bolivia, lo mismo que Ozorio (28), quien reveló que le debía plata a una banda dedicada a la venta de drogas y que fue obligado a caminar por la selva para cruzar la frontera de manera ilegal.
Ambos tenían pedido de captura nacional e internacional por el crimen de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Morena Gutiérrez (15), desaparecidas desde el viernes 19 de septiembre en La Tablada, La Matanza, y encontradas asesinadas el hace una semana en Florencio Varela. Se cree que las mataron durante la madrugada del sábado 20.
Con la captura de “Pequeño J” y la de Ozorio, ya son nueve los detenidos por el asesinato de las chicas.
Los primeros cuatro detenidos por el triple crimen fueron Magalí Celeste González Guerrero (28), Miguel Ángel Villanueva Silva (25), Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18). Los dos mayores serían los dueños de la casa donde asesinaron a Brenda, Morena y Lara, y los más jóvenes, habían sido apresados mientras limpiaban la escena del crimen.
El quinto fue Lázaro Víctor Sotacuro, capturado apenas alcanzó a cruzar la frontera desde Jujuy hacia Bolivia. El hombre es señalado como uno de los conductores que dieron apoyo a la camioneta en la que fueron trasladadas las víctimas (ver aparte).
El sexto fue Ariel Giménez (29) y es apuntado como el sepulturero, que realizó el pozo para arrojar los restos descuartizados de las víctimas y que luego intentó tapar. Pasó el viernes a la noche cuando regresaba a su casa en La Matanza.
El lunes habían detenido a Florencia Ibáñez, sobrina de Sotacuro, y que fue detectada a bordo del auto de su tío, un VW Fox.
La detención de Ozorio, supuesta mano derecha de “Pequeño J”, había sido anunciada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desde su cuenta de X, donde ponderó “un trabajo conjunto de la Policía Nacional de Perú e Interpol de la Policía Federal Argentina”.
“Estamos trabajando su extradición a la Argentina para hacer frente a la Justicia por el triple crimen”, informó la funcionaria. Lo mismo sucederá con Valverde Victoriano, sobre el que también posteó Bullrich con su conocida frase: “El que las hace las paga”.
Un video muestra el momento en el que un oficial peruano le pregunta al sospechoso su nombre, su nacionalidad y los motivos de su estadía en ese país, a lo que responde: “Me trajeron de engaño unos narcos mafiosos a quienes les debía plata”.
“Hace una semana que estoy acá”, continuó Ozorio frente a las interrogaciones del agente, a la vez que sostuvo: “Me escapé y vine con estos mismos narcos por la selva”.
De acuerdo con la reconstrucción del caso, Lara, Brenda y Morena fueron invitadas a una fiesta en el barrio porteño del Bajo Flores, pero en realidad era una trampa: las llevaron a una casa de Florencio Varela, donde fueron asesinadas.
Ozorio había eliminado a muchos de sus amigos de Facebook. En el último tiempo era otro chico, según contaron en su familia, que sostiene que es buen pibe. Estaba convencido de que se iba a volver millonario con las criptomonedas. Se lo habían inculcado en la academia de trading en la que se había anotado. Pero no pasó. Fue peor. Perdió un montón. En poco meses andaba pidiendo préstamos para levantar las deudas que pateaba.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE