Nobel de Literatura: por qué ganó Krasznahorkai
Edición Impresa | 10 de Octubre de 2025 | 03:48

El premio Nobel de Literatura fue concedido ayer al escritor húngaro Laszlo Krasznahorkai, uno de los más importantes del país y conocido por explorar en su obra temas como el pasado comunista y la melancolía, con un estilo prolijo.
El autor, de 71 años, fue galardonado “por su obra fascinante y visionaria que, en medio de un terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”, explicó el jurado.
Krasznahorkai, nacido en Gyula, en el sureste de Hungría, es “un gran escritor épico de la tradición centroeuropea que se extiende desde Kafka hasta Thomas Bernhard, y se caracteriza por el absurdo y el exceso grotesco”, añadió.
“Pero tiene más recursos, y también mira hacia el Este al adoptar un tono más contemplativo y finamente calibrado”, continuó la Academia Sueca.
Su primera novela, “Tango satánico”, escrita en 1985 y publicada en español por la editorial Acantilado, explora los temas de la distopía posmoderna y la melancolía, y lo dio a conocer en Hungría. Sigue siendo su obra más famosa.
La novela cuenta la vida en un pueblo en decadencia de la Hungría comunista a través de 12 capítulos, cada uno compuesto por un solo párrafo de una gran extensión.
Krasznahorkai, quien creció en una familia judía de clase media, estaba en las quinielas para el galardón de Literatura, el cuarto de la semana de los Nobel.
“Estoy muy feliz, tranquilo y muy nervioso a la vez”, reaccionó en la radio sueca SR tras recibir la distinción.
“La realidad examinada hasta la locura”
Krasznahorkai es el segundo escritor húngaro en recibir el premio después de que la academia galardonara en 2002 a Imre Kertesz, fallecido en marzo de 2016.
Difícil y exigente, el estilo del autor ha sido descrito por él mismo como “la realidad examinada hasta la locura”.
Su predilección por las frases largas y los escasos saltos de párrafo también le han valido al escritor el calificativo de “obsesivo”.
Entre sus obras destacan “Melancolía de la resistencia” (1989), que también tiene lugar en un lugar desolado de la era comunista, y “Guerra y guerra” (1999).
Comparado con el escritor irlandés Samuel Beckett y con el ruso Fiódor Dostoyevski, Krasznahorkai fue calificado por la crítica estadounidense Susan Sontag como “el maestro húngaro contemporáneo del apocalipsis, que inspira comparaciones con Gogol y Melville”.
Steve Sem-Sandberg, uno de los miembros del comité de la Academia Sueca, afirmó que además de “la sinuosa y amplia sintaxis de Krasznahorkai, que se convirtió en su sello distintivo como escritor, su estilo también deja espacio para cierta ligereza y una gran belleza lírica”.
Además de Hungría, Krasznahorkai se lee sobre todo en Alemania, donde llegó en 1987 gracias a una beca y vivió durante años. El escritor vive entre Viena, la capital de Austria, Trieste, en el norte de Italia, y Budapest, la capital de Hungría, de la que critica su primer ministro, el nacionalista Viktor Orban.
Además de sus viajes y de su experiencia viviendo en países comunistas, el autor citó al escritor Franz Kafka, a Jimi Hendrix y a la ciudad japonesa de Kioto como fuentes de inspiración.
“Leer libros nos da más fuerza”
También citó a “la amargura” y dijo ayer que “sin imaginación, la vida sería completamente diferente”. “Leer libros nos da más fuerza para sobrevivir a estos momentos muy difíciles que atraviesa el planeta”, destacó.
El Nobel “demuestra que la literatura existe por sí misma, más allá de diversas expectativas no literarias, y que sigue siendo leída”, dijo Krasznahorkai en un comunicado enviado a través de su agencia literaria.
“Y a quienes la leen, les ofrece una cierta esperanza de que la belleza, la nobleza y lo sublime siguen existiendo por sí mismos. Puede ofrecer esperanza incluso a aquellos en quienes la vida apenas titila”, dijo.
El ganador del Nobel de literatura recibe un cheque de 11 millones de coronas suecas, el equivalente a un millón de dólares.
Krasznahorkai recibirá su distinción de manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia el 10 de diciembre,
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