Alarma demográfica: fuerte caída de las matrículas escolares
Edición Impresa | 20 de Octubre de 2025 | 02:41

El sistema educativo de la Provincia de Buenos Aires, en realidad en todo el país, se enfrenta a una tendencia preocupante: la matrícula estudiantil ha registrado una disminución constante por tercer año consecutivo, según los últimos registros oficiales (aún no se conocieron los de este año). De acuerdo a la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), la pérdida fue de más de 150.000 alumnos en el último trienio (pasando de 5.162.256 en 2021 a 5.002.411 en 2024). En los colegios privados estiman en un 15 por ciento esta caída.
Apuntan a la manifestación directa del descenso de la natalidad. Pero entre los motivos del fenómeno también destacan la crisis económica y las secuelas de la pandemia. Sobre este punto, hay especialistas que destacan la preferencia de algunas familias por dejar de priorizar los estudios de sus hijos o cambiar de la educación privada a la pública.
Los niveles más afectados son el Inicial y el Primario, con reducciones que superan las proyecciones iniciales. La sala de 4 años, por ejemplo, ha perdido más de 60.000 alumnos en dos años, un indicio de que los desafíos demográficos se trasladarán progresivamente a los últimos años de la Primaria y la Secundaria.
Expertos en educación y demografía coinciden en que la principal fuerza detrás de esta disminución es la caída de la Tasa Global de Fecundidad (TGF) en Argentina, que se ubica cerca de 1,4. “La política pública ahora tiene que resolver desafíos que no fueron generados por la política, sino por la demografía. La caída de la natalidad es un dato de la realidad que obliga a repensar todo el sistema, desde la asignación de recursos hasta la infraestructura”, opina el reconocido especialista en materia educativa, Mariano Narodowski.
Las escuelas de La Plata siguen la misma la tendencia de la Provincia y del país de una menor demanda en los niveles Inicial (jardines de infantes y maternales), principalmente, y Primario, producto de la baja natalidad. Hubo 8.172 nacimientos en 2024, dos mil menos que los 10.831 bebés platenses que llegaron a este mundo en 2020. Se lo atribuye a distintos factores frente a un cambio cultural: la disminución del embarazo en la adolescencia; el hecho de que las mujeres ahora esperan un poco más para ser madres, quieren estudiar y estabilizarse; además de razones económicas.
Lo cierto es que no se ven tanto como antes en estos tiempos largas filas de padres para anotar a sus hijos en los distintos establecimientos de la Ciudad.
Los niveles más afectados
El impacto de la baja se siente con mayor fuerza en los primeros ciclos educativos, una clara señal del descenso en la tasa de natalidad a nivel nacional:
* Educación Inicial (Jardín): Este nivel es uno de los más golpeados. Entre 2022 y 2024, se registró una caída de más de 60.000 alumnos , pasando de 687.676 a cerca de 625.000. Esta reducción es un reflejo directo de la menor cantidad de nacimientos en los últimos años, una tendencia que, según proyecciones nacionales, continuará afectando el ingreso a la sala de 4 y 5 años.
* Educación Primaria: El descenso también es notorio y sostenido desde 2021. Los alumnos de primaria pasaron de 1.767.473 en 2021 a 1.694.303 en 2024 , evidenciando que la caída de la natalidad ya está impactando los primeros grados.
* Educación Secundaria: La disminución es más moderada, aunque constante, con un descenso de alrededor de 15.000 estudiantes en el mismo período (de 1.465.938 a 1.450.152). En medio de la baja general, una modalidad muestra números diferentes:
* Educación Especial: A diferencia de los niveles comunes, esta área registró un notable crecimiento, pasando de 87.797 estudiantes en 2021 a 99.443 en 2024. Este aumento podría reflejar tanto un crecimiento de la demanda como una mayor inclusión y registro de alumnos con necesidades especiales dentro del sistema.
¿Desafío u oportunidad?
Mientras el fenómeno genera preocupación, algunos especialistas lo ven como una ventana para mejorar la calidad educativa. Martín Zurita , secretario Ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada (AIEPA), subraya la necesidad de adaptar la normativa: “Cada vez nacen menos chicos. Esto es un desafío, pero también una gran oportunidad. Tener menos alumnos por aula permite una atención más personalizada y un mejor seguimiento de las trayectorias. Sin embargo, necesitamos revisar la normativa que exige un número determinado de estudiantes para conservar, por ejemplo, el aporte estatal. Hoy tenemos aulas con muy baja matrícula que no favorecen los procesos de aprendizaje si no se reorganiza la estructura docente”.
La menor cantidad de alumnos inevitablemente plantea interrogantes sobre la organización de los cursos y el futuro laboral de miles de docentes. Si bien tener aulas menos pobladas es pedagógicamente deseable, la gestión de este cambio es crítica.
Un informe de la ONG Argentinos por la Educación advierte que la caída sostenida de la matrícula escolar solo se traducirá en una oportunidad para mejorar la calidad si se implementan las políticas adecuadas.
La Provincia de Buenos Aires -como todo el país- se encuentra así en la encrucijada de gestionar un cambio demográfico sin precedentes. La eficiencia del sistema educativo dependerá, en gran medida, de si logra transformar una crisis de números en una oportunidad real para potenciar la calidad de la enseñanza.
Entre los motivos también destacan la crisis económica y las secuelas de la pandemia
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