El crédito, también en días de veda

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El regreso del crédito hipotecario a la Argentina entró en una fase de “terapia intensiva” en la antesala de las elecciones. La incertidumbre política y la persistente volatilidad económica llevaron a los bancos a adoptar medidas de restricción tan severas que, en la práctica, equivalen a una virtual suspensión del financiamiento de largo plazo.

El golpe fue contundente, especialmente para el segmento de la clase media que aspiraba a comprar su primera vivienda con el mecanismo UVA. En la práctica hasta se habló en la semana de expedientes a la firma pisados en los despachos de los bancos.
Al margen de eso, la restricción se implementa a través de dos frentes bien definidos: la tasa de interés y la capacidad de acceso del solicitante.

El caso más resonante es el del Banco Nación, que, a pesar de mantener las tasas más competitivas ($4,5% anual más UVA), decidió duplicar o triplicar el scoring crediticio exigido a los clientes. Este puntaje, que mide el riesgo, subió a niveles que dejaron fuera de juego a miles de familias que antes calificaban.

En simultáneo, los bancos privados subieron la TNA (Tasa Nominal Anual) más UVA a rangos que van del 12% al 17%. Para una familia con un ingreso medio, esta suba exponencial impacta de lleno en el monto que debe demostrar como sueldo para que la cuota no supere el 25% ó 30% de sus ingresos, haciendo la operación inviable. Algunas entidades como el Banco Ciudad optaron por pausar el lanzamiento de nuevas líneas.

“Quien analizaba un crédito hace un mes, hoy debe recalcular. Perdió poder adquisitivo y el banco subió la vara. Se esfumó la previsibilidad hasta que pasen las elecciones”, señaló un analista del sector.

En La Plata, el freno del crédito impacta en el volumen de operaciones y refuerza la tendencia que ya domina la ciudad: la preferencia por la inversión en ladrillo usado y terminado. La demanda genuina que busca vivienda propia queda en stand by, pero el inversor puro se mantiene activo, con dos motivaciones clave. Por un lado, ante la volatilidad cambiaria, el ladrillo sigue siendo el refugio por excelencia en Argentina. Por otro, el departamento de uno o dos dormitorios ofrece una rentabilidad de alquiler todavía atractiva en dólares. Así, en el mercado se reforzaba en los últimos días el pedido de que los temblores y las elecciones pasen rápido.

 

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