El consumo de café, contra lo que se creía, no eleva el riesgo de arritmias

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Durante años, el café fue acusado de provocar palpitaciones y aumentar el riesgo de arritmias. Sin embargo, una reciente investigación internacional desafía esa vieja creencia y sugiere que esta popular bebida podría, en realidad, tener efectos beneficiosos para el corazón.

El nuevo estudio, publicado en la revista científica de la Asociación Americana de Medicina (JAMA), fue realizado por especialistas de las universidades de Adelaida, San Francisco y Toronto. Su objetivo fue evaluar cómo influye el consumo de café con cafeína en pacientes con fibrilación auricular, la arritmia más común, que afecta cada vez a más personas en todo el mundo.

Como se ha creído durante mucho tiempo que la cafeína podía actuar como un disparador de episodios de fibrilación auricular, muchos médicos suelen aconsejar a sus pacientes que limiten su consumo. Pero el ensayo clínico, llamado DECAF (Does Eliminating Caffeine Avert Fibrillation), llegó a una conclusión distinta.

El estudio incluyó a 200 personas de alrededor de 69 años que estaban en tratamiento por arritmias. La mitad debía consumir una taza diaria de café con cafeína —unas siete por semana— y la otra mitad abstenerse por completo. Tras seis meses de seguimiento, los resultados mostraron que la recurrencia de la fibrilación auricular fue un 39% menor entre quienes bebían café.

Además, los investigadores no registraron diferencias importantes en cuanto a efectos adversos entre ambos grupos. Es decir, tomar café de manera moderada no solo no resultó perjudicial, sino que pareció ofrecer cierta protección cardiovascular.

UN EFECTO DIRECTO

Según los autores del estudio, esto podría deberse a varios mecanismos. La cafeína natural presente en el café —no en las bebidas energéticas ni en suplementos sintéticos— podría tener un efecto directo sobre el ritmo cardíaco. Además, el café contiene compuestos con propiedades antiinflamatorias, y la inflamación es uno de los factores que favorecen las arritmias.

No obstante, los científicos responsables de la investigación aclaran que estos beneficios se observaron con consumos moderados y en café natural. En otras palabras, a dosis altas o en productos ultracafeinados los efectos podrían ser diferentes.

Más allá de su posible impacto en la salud, el estudio refuerza una tendencia que ya se ve reflejada en otros trabajos: el café, lejos de ser un simple estimulante, podría tener un papel más amplio en la prevención de enfermedades crónicas.

Su riqueza en antioxidantes y su influencia en la inflamación sistémica lo convierten en un tema de interés creciente para la medicina preventiva. Aunque aún quedan preguntas abiertas, todo indica que disfrutar de una taza diaria no solo es un placer, sino que podría ser también un gesto de cuidado hacia el corazón.

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