Chile define en balotaje: entre una comunista y un derechista
Edición Impresa | 17 de Noviembre de 2025 | 01:17
La izquierdista Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast disputarán el balotaje presidencial de Chile del próximo 14 de diciembre, según el recuento del 71,2 % -al cierre de esta edición- de los votos de la primera vuelta.
Jara, militante del Partido Comunista y líder de una coalición de nueve partidos de centro-izquierda, obtenía el primer lugar de las votaciones, con el 26,7%. Kast, del Partido Republicano, la segunda con el 24,2%. El tercer lugar sorpresivamente lo alcanza el candidato del Partido de la Gente (independiente), Franco Parisi, con el 19,2 %.
Los sondeos dan por ganador en segunda vuelta a Kast, un abogado de 59 años, que compite por tercera vez, ya que lasdiferentes fuerzas conservadoras que se presentaron a esta primera vuelta, anunciaron que lo acompañarán en el balotaje.
La candidata comunista Jeannette Jara / AP
FELICITACIÓN DE BORIC
El presidente chileno, Gabriel Boric, felicitó a ambos en un discurso a la prensa.
Agregó que el “próximo domingo 14 de diciembre Chile elegirá una vez más al próximo presidente de nuestro país que deberá regir el destino de nuestra patria por los próximos cuatro años”.
Jara busca dar seguimiento al proyecto del gobierno saliente de Boric, mientras que Kast ha prometido un “gobierno de emergencia” para plantarle cara al crimen organizado.
La abandonada de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, quien se ubicaba en el quinto lugar, con un 13,4% de apoyo, fue la primera en reconocer la derrota y felicitó a “los llamados a avanzar en la carrera presidencial”.
El candidato de derecha José Antonio Kast / AP
“Nuestra patria exige responsabilidad democrática, soluciones reales para nuestros grandes problemas y capacidad de diálogo”, dijo con voz quebrantada en un rápido discurso. A su vez hizo un guiño a la candidatura de Kast. “Ahora vamos al comando... para felicitarlo como corresponde”, anticipó.
Durante la campaña Jara, exministra del Trabajo de la actual administración, se jactó de sus logros al frente de la cartera y abogó por el diálogo y la unidad, aunque declaró que tomará medidas “contundentes” para fortalecer la seguridad pública, combatir el narcotráfico y controlar la migración.
“No tengo ningún complejo en materia de seguridad... Vengo de una población (barrio pobre) y sé el daño que hace la droga”, dijo.
Kast, en tanto, apostó por dejar a un lado los temas controvertidos que no le permitieron alcanzar el sillón presidencial hace cuatro años -como el aborto, el matrimonio igualitario o su admiración por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990)- para centrarse en un “gobierno de emergencia” y con mano dura contra el crimen organizado y la inmigración irregular.
Más de 15,7 millones de chilenos fueron convocados a las urnas para elegir a su nuevo gobernante para los próximos cuatro años, así como para renovar la Cámara de Diputados y elegir parte del Senado.
EL FLAGELO DE LA VIOLENCIA
La campaña estuvo dominada de principio a fin por las propuestas de seguridad, lo que incluso obligó a Jara a relegar sus ideas sobre planes sociales para hablar sobre sus estrategias contra el crimen.
Una violencia desconocida en Chile desplazó el anhelo de cambio que hace cuatro años catapultó al poder a Boric y su promesa fallida de cambiar la Constitución heredada de Pinochet, tras el estallido social de 2019.
Los homicidios aumentaron un 140% en la última década, para pasar de una tasa de 2,5 a 6 por cada 100.000 habitantes en 2024, según el gobierno.
En tanto, el año pasado la fiscalía reportó 868 secuestros, un 76% más con respecto a 2021.
Si bien son estándares bajos incluso a nivel mundial, el problema es “la llegada del crimen organizado y delitos desconocidos hasta ahora en nuestro país, como el sicariato”, sostuvo Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas.
TEMAS CLAVE
Pese a las diferencias ideológicas, los proyectos de los contendientes tienen similitudes respecto de los tres ejes centrales que han dominado la campaña: seguridad, migración y economía.
Ambos han prometido medidas contundentes para frenar el aumento de la delincuencia, que incluyen la modernización de los aparatos policiales y el endurecimiento de las leyes contra el crimen organizado, así como controlar el flujo migratorio en Chile --donde se calcula que hay unos 330.000 extranjeros sin papeles-.
Fiel a su estilo de mano dura, Kast advirtió que expulsará a todos los que estén en situación irregular en el país, de unos 18 millones de habitantes, e instó a que “salgan de Chile hoy”.
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