Del oro mundial a la defensa de los jubilados, la doble pelea de un campeón argentino

El estadio retumbaba. Era 2022, y el equipo argentino de taekwondo acababa de consagrarse campeón del mundo en Eslovenia. Entre gritos, banderas y abrazos, Fernando Rampazzo levantaba el puño al cielo. Años atrás lo había hecho en los Panamericanos de 1997 y 2012, donde conquistó dos medallas de oro. También había sumado cuatro medallas plateadas en el Mundial 2016 y en los Sudamericanos de 2013, 2017 y 2018. Su nombre ya estaba marcado en la historia del deporte argentino.

Lo que pocos imaginaban en ese entonces es que aquel peleador implacable pronto cambiaría de escenario. Que el hombre que entrenaba seis horas por día, que aprendió a perder con humildad y a ganar con serenidad, terminaría dedicando su vida a otra batalla: la defensa de los trabajadores y jubilados. “En el tatami aprendí que nadie merece perder algo por no saber defenderse. Con la ley pasa lo mismo”, resume Rampazzo, recordando el momento en que decidió transformarse en abogado previsional.

Su historia profesional dio un giro firme y decidido hace siete años. Rampazzo comenzó a explicar en televisión —hoy en Crónica TV— los laberintos del sistema previsional: jubilaciones, pensiones, moratorias, reajustes de haberes. Lo hacía con una claridad inusual. Pronto, miles de personas empezaron a seguirlo en redes para entender qué derechos les correspondían y cómo hacerlos valer. “Mi objetivo siempre fue el mismo: que nadie pierda lo que le pertenece por desconocimiento”, afirma.

Con esa convicción, su figura creció rápido. Hoy es uno de los especialistas previsionalistas más consultados del país y recibe miles de consultas mensuales. Explica normas, traduce tecnicismos y alerta sobre cambios que pueden afectar directamente a los trabajadores y jubilados.

Aunque su vida ya no se mide en puntos ni en rondas, Rampazzo no dejó de competir. En 2025 levantó la Copa del Mundo organizada en Argentina, un triunfo celebrado por toda la comunidad marcial. Y cada tanto, cuando vuelve al tatami, lo hace con la misma determinación de siempre. “El deporte me enseñó a no rendirme. Hoy esa pelea es por la gente”, repite cada vez que le preguntan cómo combina sus dos mundos.

En televisión, en estudios jurídicos y en plataformas digitales, Rampazzo sostiene una tarea constante: informar, acompañar y ayudar a que cada persona —trabajador activo o jubilado— conozca y ejerza sus derechos. Con la misma constancia que lo llevó al podio internacional, hoy enfrenta otra clase de injusticias: las que surgen cuando alguien pierde dinero, años de aporte o beneficios por desconocer las reglas del sistema.
De los tatamis del mundo a los pasillos previsionales, Fernando Rampazzo conserva intacta su esencia: la de un luchador que no abandona hasta ver justicia.