Chau US$20.000 millones: bancos de EE UU frenan el rescate
Edición Impresa | 22 de Noviembre de 2025 | 02:01
El ambicioso paquete de ayuda privada por US$20.000 millones que bancos de Estados Unidos evaluaban otorgar a la Argentina quedó virtualmente descartado. Según reveló The Wall Street Journal (WSJ), la banca estadounidense considera inviable el plan inicial y explora un esquema de financiamiento mucho menor, orientado únicamente a cubrir las necesidades más urgentes del Gobierno de Javier Milei.
La iniciativa, que había tomado forma en los días previos a las elecciones del 26 de octubre, buscaba apuntalar la estabilidad financiera del país en un contexto marcado por la volatilidad de los mercados. En aquel momento, la eventual victoria de La Libertad Avanza —que finalmente ocurrió— fue interpretada por Washington como una oportunidad para redireccionar el rumbo económico argentino y evitar mayores tensiones cambiarias.
La arquitectura del plan que quedó en pausa
El apoyo original incluía dos componentes principales: un swap de divisas por US$20.000 millones, articulado desde el Departamento del Tesoro durante el gobierno de Donald Trump. Y una línea de créditos privados por US$20.000 millones, en negociación con JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Wells Fargo, entre otras entidades.
Ese paquete, de alcance inusual para un país emergente, formaba parte de un esfuerzo más amplio del Tesoro por recomponer la capacidad de pago argentina y evitar un deterioro de la situación financiera regional. Y tuvo impacto inmediato: tras la victoria de Milei, los bonos subieron, el dólar se estabilizó y el riesgo país mostró una baja.
Las dudas y el giro inesperado
A pesar del impulso político, el tramo privado nunca llegó a avanzar. Los bancos aguardaban precisiones respecto de las garantías —o colaterales— que podrían utilizar para protegerse de eventuales pérdidas. Sin esa definición, el proyecto fue quedando relegado.
Según fuentes citadas por el WSJ, la operación ya no se discute activamente. En su lugar, los bancos analizan una alternativa más modesta: un préstamo de unos US$5.000 millones, bajo la modalidad de repo —una operación de recompra a corto plazo—, mediante la cual la Argentina entregaría una cartera de activos a cambio de dólares.
Ese financiamiento tendría un objetivo puntual: cubrir un vencimiento de deuda de unos US$4.000 millones previsto para enero. Posteriormente, el Gobierno buscaría emitir bonos en los mercados internacionales para cancelar la operación en cuestión de meses, siempre que la situación global sea favorable.
Riesgos y advertencias
Las conversaciones se encuentran, según el WSJ, en una etapa inicial. No solo podrían cambiar, sino también caerse por completo. Los bancos sostienen que un deterioro de las condiciones financieras pondría en riesgo la recuperación del préstamo, lo que representa un factor de tensión en la negociación.
En paralelo, el ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó que brindará definiciones sobre la estrategia de fortalecimiento de reservas a comienzos de diciembre, un mensaje que el mercado sigue con atención.
El debate interno en Washington
Más allá del financiamiento privado, el Departamento del Tesoro ha tenido un papel central en el apoyo a la Argentina. Además del swap anunciado semanas atrás, Estados Unidos transfirió unos US$900 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG), el instrumento de reserva del Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, el respaldo generó fuertes controversias internas. El paquete se desplegó al mismo tiempo que Estados Unidos atravesaba un cierre de gobierno récord de 43 días, durante el cual miles de empleados públicos quedaron sin cobrar sus salarios. Legisladores opositores presentaron pedidos formales de informes tanto a Scott Bessent —secretario del Tesoro— como a los bancos involucrados, preocupados por el uso de fondos públicos y las eventuales garantías asociadas.
Exfuncionarios del Tesoro también cuestionaron la falta de transparencia. Brad Setser, investigador del Consejo de Relaciones Exteriores, sostuvo que no existe información clara sobre el uso de los fondos y calificó la situación como “inusual” al tratarse de dinero proveniente de los contribuyentes.
Un portavoz del Tesoro, consultado por el WSJ, insistió en que Estados Unidos mantiene “plena confianza” en el rumbo económico impulsado por Milei y Caputo, aunque evitó brindar precisiones sobre el alcance del apoyo.
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