Un cura, un barrio y un llamado inesperado
Edición Impresa | 23 de Noviembre de 2025 | 03:31
En La vida perdurable, editada por Dunken, el periodista y escritor platense Germán Martínez vuelve a explorar los dilemas íntimos de personajes que atraviesan etapas críticas de la vida. La novela se centra en Humberto Amorone, párroco de Punta Rala, una localidad cercana a La Plata que funciona como escenario y, a la vez, como marco emocional. A los 57 años, en plena madurez vital, el cura siente una perturbación interior que altera de forma silenciosa pero decisiva su rutina: una mezcla de nostalgia, deseo y revisión del pasado que lo obliga a repensar su presente.
Martínez sitúa el conflicto inicial en un ámbito inesperado: un grupo de WhatsApp formado por los viejos compañeros del colegio secundario. Allí reaparece un amor juvenil nunca concretado, una figura que de pronto irrumpe con la fuerza de lo no resuelto.
Ese reencuentro virtual, lejos de ser un mero guiño generacional, abre una grieta emocional que Humberto intenta comprender, mientras trata de sostener su vida parroquial con la naturalidad de siempre. La irrupción posterior de una joven religiosa agrega un matiz más complejo a la trama y amplifica la tensión interna del protagonista, atrapado entre el deber, el deseo y el reloj biológico que insiste en recordarle que la última mitad de la vida también puede ser escenario de descubrimientos.
A lo largo de apenas 72 páginas, Martínez construye una historia donde los conflictos existenciales se narran con economía de recursos y un ritmo que alterna momentos de humor con zonas más dramáticas.
El autor —periodista recibido en la Universidad Nacional de La Plata, conductor y columnista en Radio Provincia— reconoce que su oficio influye en el estilo: frases precisas, escenas puntuales, un lenguaje directo que evita el exceso y deja espacio para la reflexión. En varias entrevistas admite que Humberto comparte con él cierta mirada espiritual atravesada por dudas, una fe poco normativa y un vínculo personal con la soledad que aparece, de distintas formas, en sus obras anteriores como Hasta los setenta, diario de un obsesivo o Mariano.
El libro propone una lectura sobre el inexorable paso del tiempo, la percepción de que la vida puede cambiar incluso cuando parece haber encontrado un cauce definitivo y el modo en que la nostalgia —avivada por las nuevas tecnologías— puede transformarse en motor de decisiones inesperadas. “La pasión tardía” que envuelve al personaje no solo desestabiliza su identidad como sacerdote, sino también su modo de entender la experiencia humana. Así, el deseo no se presenta como un antagonista de la fe, sino como un componente más de una existencia que Humberto intenta sostener sin renunciar a lo esencial.
El barrio de Punta Rala, con sus voces, rituales y figuras, juega un papel determinante. Martínez lo convierte en un espacio vivo, donde cada personaje secundario parece incidir, de manera discreta pero contundente, en el derrotero del cura. Esa trama comunitaria le otorga a la novela un tono reconocible, vinculado a la cotidianeidad platense, y refuerza la idea de que las crisis personales nunca se desarrollan en soledad: siempre hay un contexto que empuja, acompaña o condiciona.
LA VIDA PERDURABLE
Germán Martínez
Editorial: Dunken
Páginas: 72
Precio: $20.000
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