Bolivar: desesperación por los caminos rurales y reclamos por falta de mantenimiento

Vecinos y productores de Bolívar denuncian intransitabilidad, incumplimiento de promesas y demoras oficiales que afectan la producción, el trabajo y el acceso a las escuelas 

Vecinos y productores del partido bonaerense de Bolívar reiteraron sus reclamos por el estado crítico de los caminos rurales, que —según denunciaron— impiden la circulación diaria. Durante el último fin de semana, se reunieron para visibilizar las promesas incumplidas del municipio respecto de las obras de mantenimiento, a pesar del pago de la tasa vial. Aseguraron que la situación frena la producción agrícola, complica las tareas cotidianas y dificulta incluso el acceso a las escuelas para estudiantes y docentes.

 

A través de un video difundido en redes sociales, exigieron una respuesta urgente o, al menos, una explicación clara. Destacaron que el campo es el motor económico de la zona y que las autoridades no están atendiendo las necesidades más inmediatas. El primer testimonio fue el de Facundo Villarruel, encargado de un campo en el paraje La Colorada, quien, rodeado de vecinos, productores y dirigentes rurales, volvió a plantear un reclamo que —según indicó— arrastran desde hace meses: la falta de respuestas municipales para reparar los accesos.

 

“Dijeron que el camino era prioridad, pero no aparecieron nunca más”, señaló, al describir los pozos que se extienden por unos diez kilómetros. Contó que la circulación es “prácticamente imposible” y que los traslados demandan mucho más tiempo que antes. Agregó que, pese a que la solución requeriría “poco”, no observa voluntad política. Recordó que, dos meses atrás, el Ejecutivo había prometido enviar piedra para consolidar el camino y luego mencionó la posibilidad de utilizar escombros. “Pero ninguna de las dos cosas ocurrió”, afirmó.

 

Según Villarruel, la única acción visible en los últimos meses fue el paso de un par de máquinas que “acomodaron un poquito” un tramo del camino y se retiraron sin regresar. “Pedimos al municipio que nos dé una solución o que nos diga qué pasa. Si no tienen máquinas o si no hay presupuesto para hacer los trabajos”, planteó.

 

El presidente de la Sociedad Rural de Bolívar, José Erreca, sostuvo que “es momento que las autoridades de todos los niveles vean la realidad de la gente que vive en el campo”. Explicó que la situación afecta al productor, a los trabajadores rurales y a quienes deben mover la producción diariamente. Recordó que, hace quince días, participaron de una asamblea en 9 de Julio, con presencia de autoridades nacionales. “Vemos que los tiempos de los políticos no son los mismos que los tiempos de la gente… Prometieron que venían y la realidad es esta”, señaló.

 

Erreca subrayó que los productores pagan impuestos provinciales —incluido el inmobiliario— y que incluso está en debate un aumento del 130%. En esa línea, advirtió que esperan que no se evalúe aumentar la tasa vial y que, por el contrario, se impulsen obras y programas de apoyo para reparar los caminos rurales.

 

“Tienen 80 días de verano para poder hacer los trabajos como corresponde… Toda esta gente quiere que se hagan los trabajos, que se arreglen los caminos”, agregó. Afirmó que, con dos pasadas de disco y una champion, el camino del paraje —como muchos otros en Bolívar— podría quedar en mejores condiciones.

 

En el mismo sentido, el productor Pablo Sarraua expresó: “Nos prometieron piedra, nos prometieron que iban a arreglar, que venían porque era prioritario, como ahora muchos caminos. Pero hasta el día de hoy nada”. Señaló que la comunidad solo quiere conocer “la realidad” de la situación. “Si no pueden o no quieren… pero por lo menos que nos dejen libre de hacer lo que podamos ante vecinos. Tampoco nos dejan hacer eso. Así que queremos que nos expliquen”, reclamó.

 

Desde Federación Agraria local, Alberto Biondini sostuvo que el campo es el principal motor económico de los pueblos de la zona y que no puede seguir trabajando en estas condiciones. Insistió en que los valores actuales de la tasa vial deberían alcanzar para afrontar las obras necesarias en el partido y que el municipio debe asumir su responsabilidad.

 

La problemática también impacta en la vida comunitaria. Mario Maltempo, trabajador rural del paraje, relató que “la maestra que estaba en la escuela tuvo que dejar de venir, no se pudo pasar más”. Afirmó que nadie se acerca a explicar cuándo comenzarán los arreglos. “Por algo se pagan los impuestos… La gente tiene que hacer su trabajo en el campo y no puede pasar. Es una vergüenza”, dijo. Contó que debe salir con el tractor y trasladar alimento con la tolva desde la ruta porque la camioneta no puede transitar.

 

Los pozos, indicó, generan roturas frecuentes en los vehículos. “Se ha roto dos o tres veces la camioneta. No se puede más. Y nadie viene. Dicen: mañana o vienen la semana que viene, pero nos han agarrado de tontos. No hay otra palabra”, sostuvo. Agregó que observa obras en otros caminos —como el de Miramar— mientras el acceso del paraje permanece en condiciones críticas. “Esto lo vivimos día a día”, concluyó.

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