El consumo, en caída libre: las familias se endeudan para lo básico
Edición Impresa | 4 de Noviembre de 2025 | 03:05
          La retracción del consumo se profundiza y en muchos hogares recurren al endeudamiento y la búsqueda desesperada de descuentos para adquirir productos básicos. Según el testimonio de Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires y de la Confederación Nacional, los clientes de los almacenes de barrio ya agotaron sus herramientas financieras para subsistir, mientras que un informe reciente de la Universidad de Buenos Aires confirma que los argentinos compran cada vez menos y se endeudan más.
La debilidad del consumo afecta directamente al comercio, reflejando el agotamiento de la capacidad de compra de las familias.
En el ámbito local, la dinámica de compra está marcada por el uso intensivo de instrumentos financieros y la priorización del precio sobre la calidad. “La gente primero agota todo lo que tiene con las diferentes billeteras”, explica Savore.
El uso de descuentos es vital: si es viernes, los clientes de los almacenes utilizan la Cuenta DNI si aún les queda dinero. Los consumidores buscan promociones bancarias y descuentos en “diferentes lados”, no limitándose solo al almacén. Incluso, hubo personas que habían “ahorrado un pesito en su billetera” para aprovechar descuentos en carnicerías.
En el sector señalan que algunos comercios minoristas imponen un mínimo de compra cuando se utiliza la tarjeta de crédito y eso limita a algunos clientes.
El uso de la tarjeta de crédito subió del 39 al 45 por ciento de mayo de 2023 al mismo mes de 2025
El comportamiento de los consumidores en los almacenes de La Plata y alrededores se alinea con la tendencia nacional documentada por el Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El informe revela que una proporción creciente de los hogares recurre al endeudamiento para afrontar consumos básicos mensuales, como alimentos y artículos de primera necesidad.
Entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, el uso de la tarjeta de crédito en compras de supermercado aumentó del 39 por ciento al 45 por ciento. Este avance del crédito se dio en paralelo a una menor utilización de otros medios de pago: la tarjeta de débito se redujo del 34 al 26 por ciento, y el efectivo bajó del 20 al 16 por ciento. Solo las billeteras virtuales aumentaron su participación, pasando del 7 al 13 por ciento del total de operaciones, según los datos que brindó la UBA.
Aunque las promociones con tarjeta de crédito ya existían previamente y actualmente las de débito ofrecen beneficios similares o incluso mayores, muchas familias optan por usar crédito y endeudarse para sus compras cotidianas.
La crisis del poder adquisitivo tiene un impacto directo en la elección de productos, forzando a los consumidores a realizar un notorio “achicamiento” de las marcas preferidas.
Savore ejemplifica esta realidad en el almacén: “Clientes que desean el lomito de atún terminan llevando el atún desmenuzado. Aquellos que históricamente compraban fideos de marca líder ahora compran un fideo de que sea de huevo, ya que se resisten a seguir bajando de calidad”.
“Muchos clientes que desean el lomito de atún, se llevan el atún desmenuzado”
Agregó el comerciante que la crisis llega incluso a los postres para los chicos: “las marcas líderes son incomprables para los padres en los almacenes, dado que estos comercios no tienen bonificaciones, a diferencia de las grandes superficies”.
La debilidad del mercado interno se confirma con las cifras de caída de ventas. Desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei, los autoservicios mayoristas acumulan una contracción del 21 por ciento, mientras que las ventas de los supermercados acumulan una caída del 9 por ciento. En agosto de 2025, las ventas mayoristas se redujeron 8,4 por ciento interanual.
El panorama crediticio añade una capa de preocupación: no solo crece el uso del crédito para financiar el consumo, sino también las dificultades de las familias para afrontar los pagos. El indicador de morosidad en el crédito al consumo aumentó un 147 por ciento desde el inicio del actual gobierno, pasando del 2,5 al 6,2 por ciento del total del crédito en julio de 2025, añade el informe de la UBA.
La caída en las ventas, junto con el aumento del uso del crédito para financiar gastos básicos y el incremento de la morosidad, “reflejan un deterioro persistente de la demanda interna. La pérdida de poder adquisitivo y la falta de señales de recuperación sugieren que el consumo continuará deprimido en los próximos meses”, adelantó una fuente del sector.
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