“Soy Franco”: la historia de un sueño muy veloz

Desde chico, Franco Colapinto supo que quería correr. Antes incluso de tener un triciclo, ya soñaba con motores, curvas y banderas a cuadros.

“Soy Franco – La carrera empieza con un sueño”, su libro autobiográfico editado por Aguilar, es la crónica de esa obsesión temprana: un niño que a los nueve años leía la biografía de Fangio y soñaba con seguir sus huellas.

Con humildad, paciencia, valentía y fe —las palabras que funcionan como brújula del relato— Colapinto reconstruye su historia desde los días de karting hasta su llegada a las grandes ligas del automovilismo.

Entre anécdotas y aprendizajes, el piloto argentino cuenta cómo se entrena, cómo enfrenta el desaliento y qué lo impulsa a seguir compitiendo, incluso cuando las caídas pesan más que los podios.

El libro, de 128 páginas y formato liviano, fue pensado para jóvenes lectores, deportistas o entusiastas del automovilismo que buscan inspiración.

No tiene índice ni artificios digitales: la lectura fluye como una pista sin interrupciones, con el vértigo de quien corre, quien anda sin mirar atrás.

Colapinto no escribe desde la solemnidad del éxito, sino desde la trinchera del esfuerzo.

Habla de madrugadas, de derrotas que enseñan y de la fuerza interior que hace posible volver a empezar.

En cada capítulo del libro autobiográfico, hay un mensaje motivacional, pero también una confesión: llegar lejos exige tanto como perder sin rendirse.

“Soy Franco” no es solo una biografía deportiva, sino una invitación a creer que todo sueño —por más lejano que parezca— se construye a base de constancia y pasión. Porque, como recuerda el propio piloto en el libro de la editorial Aguilar, “toda carrera empieza con un sueño”.