La UCR profundiza su pelea: realineamientos y quiebre en la Legislatura
Edición Impresa | 10 de Diciembre de 2025 | 02:05
José Picón
jpicon@eldia.com
La renovación legislativa suponía una oportunidad para que el radicalismo dejara de lado rencillas internas, unificara sus bloques en la Legislatura y avanzara en dirección a una posible unidad que diera vuelta rápido la página del doble y sonoro derrape electoral. Pero las peleas internas están más candentes que nunca y, lejos de llegar a una síntesis, la UCR mantendrá representaciones partidas tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado bonaerense.
Si bien se venía hablando de la posibilidad de unificar las bancadas en Diputados al igual que en el Senado, las desconfianzas persistentes y la disputa que se abrió por los espacios de poder en las Cámaras dinamitaron esa aspiración.
La historia de desencuentros en la UCR viene de largo. De hecho, la interna partidaria que enfrentó a Adelante Buenos Aires con Evolución, sigue sin tener final porque tras una serie de planteos judiciales y plazos vencidos, se decidió convocar nuevamente a elecciones para el año que viene mientras la conducción del Comité Provincia está virtualmente compartida entre Miguel Fernández y Pablo Domenichini.
Claro que esa disputa incorporó otros ingredientes y divisiones. Fernández fue apoyado en su momento para presidir el partido por el senador nacional Maximiliano Abad. Enfrente se paró Evolución, el sector de Martín Lousteau, que postuló a Domenichini.
En el medio, pasaron cosas. Abad se enfrentó con Fernández por el armado de listas de lo que terminó siendo Somos Buenos Aires y ese esquema interno, se rompió. En las últimas horas, los alineamientos produjeron otro viraje: el acuerdo entre Abad y Lousteau para quedarse con los principales espacios de poder tanto en Diputados como en otros organismos como el Banco Provincia y el Consejo General de Educación. Un cierre que, claro, dejó afuera al sector de Fernández.
Por caso, en el directorio del Bapro terminó desembarcando el monzoísta Marcelo Daletto, con el respaldo de Abad. Fernández pujó para que el lugar de Daletto fuera ocupado por el senador saliente Agustín Máspoli, incluso, con el guiño del kicillofismo. Pero al final se impuso el candidato del senador marplatense. También ingresó a la entidad crediticia Fernando Pérez, de Evolución.
En el Consejo General de Educación, la ex diputada nacional Josefina Mendoza, alineada con Lousteau se quedó con uno de los cargos. También logró un espacio el abadista Carlos Bonino.
Incluso se comenta que existe otro acuerdo entre el abadismo y los distintos sectores del PJ que todavía no se concretó y que tiene que ver con la cobertura de una de las cuatros vacantes que existen en la Suprema Corte.
En el medio apareció otro movimiento: el diputado Matías Civalle, que lideraba una bancada enfrentada a la presidida por el abadista Diego Garciarena, se alió al marplatense y se quedó con una de las vicepresidencias de la Cámara baja.
REFLEJO LEGISLATIVO
Como reflejo de los realineamientos, la idea de que los bloques de diputados y senadores se unificaran quedó descartada.
En la Cámara baja quedó el bloque abadista que seguirá conduciendo Garciarena y que integrarán la monzoísta Silvina Vacarezza y Civale (aliado al intendente de Tandil, Miguel Lunghi).
En el Senado, las dos legisladoras boina blanca tendrán bloques separados
La otra bancada quedó conformada a partir de los portazos que pegaron del bloque de Garciarena los diputados Valentín Miranda (que responde a Fernández) y Alejandra Lorden, que se quedó sin la vicepresidencia que pasará a manos de Civale. También se sumará Priscila Minaard, electa por la Sexta sección electoral.
El nuevo bloque responde de alguna forma al esquema de los intendentes y a Fernández, ya que cuenta con el apoyo de los alcaldes de Trenque Lauquen (Francisco Recoulat), Saladillo (José Luis Salomón) y Coronel Dorrego (Juan Carlos Chalde). Sus integrantes se quedaron afuera de la rosca por los cargos que terminó monopolizada por el abadismo y Evolución.
En Diputados, habrá tres radicales en una bancada y otros tres en otra
En el caso del Senado también aparece una división. Por un lado formaría su propia bancada Nerina Neumann, del sector de Abad. Y por el otro, Natalia Quintana, aliada a Fernández.
Claro que existen una serie de gestiones para que ambas senadores se junten con dos legisladores que se escindieron del PRO: el platense Marcelo Leguizamón y Emilia Subiza, que responde al esquema político de San Nicolás que lideran los hermanos Passaglia.
Esta última negociación sigue abierta.
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