Prudencia en el uso de pirotecnia en la fiesta de Fin de Año
Edición Impresa | 31 de Diciembre de 2025 | 02:59
Al margen de la definición sobre la habilitación de la Municipalidad para los muñecos que despedirán el año –en una situación controversial que ya quedó evidenciada por el retiro de muchas de esas figuras erigidas en el casco urbano, por la supuesta falta de permisos para su construcción- sigue siendo prioritaria la necesidad de minimizar riesgos en el manejo global de la pirotecnia.
Un manejo que no se circunscribe a los fuegos de artificio propios de estos muñecos, sino a los demás artefactos explosivos y luminosos cuyo uso caracteriza en buena medida el paso de las fiestas y que merecen la mayor prudencia al ser utilizados.
De modo que resulta prioritario e imperativo que la población cumpla con los requisitos establecidos para evitar riesgos, en una acción que, primeramente, debiera ser cumplida por los fabricantes y los comercios que venden estos productos.
En cuanto a los muñecos de Fin de Año, se conoce que está prohibida su colocación en lugares con riesgo, como debajo de cables o árboles, cerca de bocas de gas o estaciones de servicio o sobre terrenos con cañerías de conducción de fluidos combustibles. La normativa vigente también determina el tipo de cohetería que es admisible y fija prohibiciones para el uso de pirotécnica peligrosa.
A través de la reiteración año tras año de esta costumbre, la ciudad de La Plata logró imponer como tradición este arte popular y callejero de construir figuras de una gran calidad artística, creadas con elementos como maderas, alambres, papeles, pintura…
Afortunadamente, las sucesivas administraciones hicieron cumplir requisitos destinados a evitar consecuencias no queridas. El más trascendente de todos fue el que determinó que no se podrán colocar en el interior de las estructuras elementos pirotécnicos y/o explosivos de alto poder, con el fin de brindar garantías de seguridad a los asistentes y no generar malestar ni daños auditivos a las personas y a los animales.
En numerosas ocasiones se ha instado en esta columna a que se originara en la población una conciencia preventiva y se extremara la prudencia en el manejo de este tipo de productos. Se reclamó, asimismo, que se desarrollaran campañas destinadas a valorizar la alternativa de festejar sin excesos, con sumo cuidado en la utilización de la pirotecnia y, fundamentalmente, no permitir que ésta fuera manipulada por menores.
En algunas ocasiones en que ello ocurrió, las consecuencias médicas por el mal manejo de la pirotécnica resultaron lamentables y expusieron con claridad el peligro que caracteriza el manejo de los fuegos de artificio.
Es de esperar, entonces, que ello no ocurra y que los festejos por el Año Nuevo se desarrollen en un marco de prudencia y normalidad.
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