Alberto F. debe declarar por la denuncia de Fabiola

Alberto Fernández reapareció ayer en los tribunales de Comodoro Py para reclamar que el juez Julián Ercolini sea apartado de la causa que investiga el presunto fraude con los seguros del Estado. “No estoy paranoico, Ercolini me detesta, me quiere preso. Estoy seguro que es parcial. Lo ha demostrado en las dos causas”, advirtió el expresidente en una audiencia que mantuvo con el camarista Roberto Boico.

El otro expediente en el que Fernández considera que Ercolini ha sido parcial alude a la denuncia penal por violencia de género que presentó el año pasado la exprimera dama, Fabiola Yáñez, contra el exjefe de Estado. Por ese caso, el exmandatario está citado a declarar hoy como imputado, en el marco de una indagatoria que ayer pidió postergar. Un planteo que el juez Ercolini rechazó.

Horas antes de presentarse en el caso que le imputa distintos tipos de violencia contra su entonces pareja mientras era Presidente, el exmandatario insistió en su pedido para recusar a Ercolini de la causa que le imputa el direccionamiento de la contratación de seguros del Estado a brokers amigos. Fernández interpreta que Ercolini tiene una “animosidad” especial contra él. “Me quiere preso, estoy seguro”, aseguró ante el camarista Boico y remató: “Se quiere vengar”.

El exjefe de Estado dio también detalles de su relación con Ercolini y hasta deslizó que su designación como juez federal fue fruto de una supuesta intervención suya ante el entonces presidente Néstor Kirchner, cuando era jefe de Gabinete.

Según Fernández, el vínculo con el magistrado “se fue deteriorando” a medida que avanzaban las causas contra Cristina Kirchner. No abundó en detalles, pero cuestionó el procesamiento contra la expresidenta en la causa Vialidad como “un hecho insólito”.

También la abogada de Fernández, Mariana Barbitta, habló de un “temor de parcialidad”. Mencionó que “ambos se encuentran unidos por un vínculo académico y profesional que ha atravesado dificultades, encontrándose hoy ambos enemistados, desde la ideología política y desde lo personal”.

La letrada sumó además seis páginas de chats entre Fernández y Ercolini, que datan de octubre de 2017 y marzo de 2018, durante el mandato de Mauricio Macri. En uno de esos intercambios pactan un encuentro. Alberto propone el despacho del juez; luego, su departamento en Puerto Madero. Finalmente, acuerdan en la planta baja del Sheraton Tower, a dos cuadras de Comodoro Py. Como ya intentó antes, el exJefe de Estado busca probar que con el magistrado existió una relación de amistad previa que le impediría seguir al frente del expediente.

Algo negado por el propio Ercolini, cuya continuidad en la investigación fue ratificada por todas las instancias.