¿Cómo trabajar las piernas?
Edición Impresa | 9 de Febrero de 2025 | 05:53

El entrenamiento del cuádriceps debe realizarse con una frecuencia de dos a tres veces por semana, ajustándose a las necesidades y nivel de cada persona. Un exceso de trabajo sin el descanso adecuado puede generar sobrecargas o lesiones, especialmente en quienes están comenzando o tienen antecedentes de molestias articulares. La clave para un desarrollo equilibrado del músculo radica en la combinación de ejercicios de fuerza y movilidad, permitiendo no solo fortalecer y muscular la zona, sino también mejorar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones.
Para lograr un fortalecimiento adecuado, los entrenadores recomiendan ejercicios básicos pero efectivos como las sentadillas en sus diferentes variantes, ya sea con peso libre, en multipower o en su versión búlgara, la prensa de piernas con distintos ángulos para activar diferentes fibras musculares, las extensiones de cuádriceps en máquina que permiten un trabajo de aislamiento y las zancadas con mancuernas o barra, que además de desarrollar fuerza contribuyen a mejorar la estabilidad. Estos movimientos, cuando se realizan con una técnica correcta y una progresión adecuada, generan adaptaciones que no solo favorecen el crecimiento del músculo, sino que también protegen la articulación de la rodilla y mejoran su funcionalidad.
El trabajo de flexibilidad y movilidad es igualmente importante, ya que permite reducir la rigidez muscular, mejorar la amplitud de movimiento y minimizar el riesgo de lesiones. Por esta razón, los profesores de educación física recomiendan incluir al finalizar el entrenamiento estiramientos específicos para el cuádriceps, como el clásico en posición de pie en el que se toma el pie hacia el glúteo, o el estiramiento en posición de lunge, que además involucra al psoas. También se sugiere realizar ejercicios de movilidad articular para la rodilla y la cadera, con el objetivo de optimizar el rango de movimiento, así como el uso de foam roller para liberar tensiones musculares y favorecer una mejor recuperación.
En los casos en los que el entrenamiento tenga un enfoque de rehabilitación o prevención de lesiones, se priorizan ejercicios de menor impacto y con progresión controlada. En estas situaciones, los especialistas recomiendan incluir trabajos isométricos y de propiocepción, como las extensiones de rodilla con banda elástica o el fortalecimiento en superficies inestables como el bosu, con el fin de mejorar el control neuromuscular y la estabilidad articular.
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