¿Por qué se dice que hacer el amor es beneficioso?

“Más allá de la frecuencia, lo cual redunda en un debate obsoleto, cada vez más personas reconocen los efectos del buen sexo. Si bien esta noción es particular a cada pareja y persona, la actividad íntima potencia las habilidades”. Esta reflexión es a la que aprueban cientos de médicos, sexólogos, terapeutas y psicólogos que no tienen tabúes para hablar del tema: hacer el amor.

La actividad sexual ofrece una variedad de beneficios para la salud física y mental. Según los sexólogos, mantener una vida activa en este ámbito puede mejorar la circulación sanguínea, fortalecer el sistema inmunológico y reducir el estrés. Además, se ha observado que la actividad sexual libera endorfinas y oxitocina, hormonas asociadas con el bienestar y la relajación, lo que contribuye a una mejor salud general.

Los psicólogos advierten que la frecuencia sexual también está vinculada a una mejor salud mental. Mantener una vida sexual activa puede disminuir los niveles de ansiedad y depresión, promoviendo una sensación general de felicidad y satisfacción. Además, la intimidad física fortalece los lazos afectivos entre las parejas, lo que puede tener un impacto positivo en la salud emocional de los individuos.

Por otro lado, los expertos en relaciones sexoafectivas analizan que la actividad sexual regular puede mejorar la calidad del sueño y aumentar la libido. Sin embargo, es importante destacar que la frecuencia ideal de actividad sexual varía según cada individuo y pareja. Lo esencial es que cada persona evalúe cómo la actividad sexual afecta su bienestar y ajuste sus hábitos en consecuencia.

Además de los beneficios mencionados, estudios recientes han encontrado que la actividad sexual regular puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular. Investigaciones indican que los hombres que practican sexo con mayor frecuencia tienen un menor riesgo de enfermedades cardíacas. La actividad sexual mejora la circulación sanguínea, reduce el estrés y aumenta la frecuencia cardíaca, lo que contribuye a una mejor salud cardiovascular.

En resumen, la actividad sexual regular no solo mejora la salud física y mental, sino que también fortalece las relaciones de pareja y contribuye al bienestar general. Es fundamental que cada individuo considere sus necesidades y deseos personales para determinar la frecuencia y la naturaleza de su vida sexual, siempre en un contexto de respeto y comunicación con la pareja.