VIDEO. Arrancó la temporada alta de festejos por el último primer día
Edición Impresa | 11 de Marzo de 2025 | 01:43

Cientos de futuros egresados de la secundaria despertaron ayer por la mañana a varios vecinos de la Ciudad con sus festejos de Último Primer Día (UPD). Entre bombos, color, música y bengalas la Región vibró al ritmo de quejas y alegría.
La celebración por el último primer día de clases es una tradición hace más de diez años entre los estudiantes de sexto año de la secundaria. Los festejos, que inician la noche anterior, aún generan molestia y enojo entre los vecinos de distintos puntos de la Ciudad. Ayer, varios colegios confluyeron en plaza Moreno, donde hubo despliegue de detonaciones entre las 6 y las 7 de la mañana.
Todo comienza con preparativos que llevan hasta un año antes, juntando plata para la compra de bengalas, trapos y pintura que vestirán de colores ese último primer día tan esperado y especial.
Llegada la fecha, todo el curso se reúne a la noche para pasar las horas juntos y despiertos entre música alta, alcohol, gritos y risas, hasta el ingreso a las aulas.
En plaza Moreno, como ocurre en los últimos años, hubo controles de la patrulla urbana municipal, y en algunos casos se observó asistencia de familiares de alumnos.
Por tal motivo, en el amanecer de ayer, el whatsapp de EL DIA recibió varios mensajes de vecinos preocupados por las “bombas de estruendo” que se escuchaban desde distintos puntos de la Ciudad.
En este ritual, no solo se concentra en el lugar donde se pasó la noche, sino que, en el horario de entrada a clases, se arranca una caravana de cánticos, papelitos y color hacia los establecimientos educativos. En ese sentido, los automovilistas también sufren las consecuencias de los UPD, en donde los estudiantes cortan el tránsito para “peregrinar”.
Lo cierto es que, año a año los festejos van tomando cada vez mas fuerza y se superan en comparación con el curso anterior. Esta especie de “competencia”, se puede ver en el empeño puesto en la organización.
En los UPD de este año, se pudo ver bengalas, espuma, priotecnia de estruendo, grandes parlantes con fuerte potencia sonora y hasta batucadas, que ya forman parte de la cultura escolar.
En este contexto, desde los colegios también hubo un cambio de paradigma, ya que, en varios establecimientos se creó un protocolo de cuidados, con desayunos para los alumnos, ingreso con padres y la prohibición de entrada a los alumnos que no esten en condiciones de hacerlo.
Otro dato que llama la atención es que el Último Primer Día ya no es patrimonio exclusivo de los alumnos secundarios, ya que se expandió a otros niveles de enseñanza: la primaria y el jardín de infantes.
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