Para Estudiantes se acabó el mercado más largo de la historia

El libro de pases se cerró por dos meses. No hubo más incorporaciones tal como había pedido Eduardo Domínguez. Primera vez que no vende a un futbolista

Edición Impresa

Después de tres meses ayer se terminó el mercado de pases más largo de la historia: casi tres meses de negociaciones, incorporaciones, operaciones y ninguna venta. Estudiantes le puso final a un capítulo que estuvo muy conversado, por demás, y que por primera vez en mucho tiempo tuvo al club albirrojo sin vender, apostando a mantener un plantel fuerte para afrontar con sus armas la competencia local e internacional.

El mercado de pases 2024/25 quedará en el recuerdo por la presencia insistente del grupo Gillett, que además de romper el molde al ejecutar la cláusula de Cristian Medina, aportó a Facundo Farías e hizo todo lo posible por sumar más jugadores de la MLS, a tal punto que el propio Eduardo Domínguez se manifestó en contra en una conferencia de prensa y el secretario técnico Marcos Angeleri discutió fuerte con el presidente Juan Sebastián Verón.

El pase de Medina salió 17,5 millones de dólares. Quince se los quedó Boca y los restantes se los repartieron el jugador, su representante e impuestos. Todo lo pagó el norteamericano que quiere gerenciar el fútbol del Pincha. Fue la operación más cara de la historia más allá que Estudiantes sólo le pagará el sueldo de su contrato hasta diciembre 2027.

El punto más álgido fue la posible contratación de Luciano Acosta, con quien el grupo había arreglado un sueldo que equivalía casi a la sumatoria de los principales del plantel. Fue la gota que rebalsó el vaso.

Acosta, Hernán López Muñoz, Benjamín Rollheiser y varios más que fueron acercados y que no encajaban en la idea que tenía en la cabeza el entrenador, además de no encontrar razón alguna desde las finanzas para afrontar esos gastos. Fue mucha agua que pasó debajo del puente y un desgaste enorme en el circuito interno.

Estudiantes trajo a Lucas Alario, Ramiro Funes Mori y Alexis Castro, todos libre de sus clubes. Sólo compró a Ezequiel Piovi, a la Liga de Quito. Medina y Facundo Farías los aportó Gillett pero el dinero para éste último lo tuvo que transferir el Pincha porque la MLS no permite la presencia de terceros.

En los últimos mercados de pases se había desprendido de al menos un jugador. A mitad de año el que armó sus valijas fue Zaid Romero, que se marchó al Brujas de Bélgica. Lo mismo sucedió con Eros Mancuso al Fortaleza. Ambos jugadores tenían el 50 por ciento de sus fichas y por eso no ingresó demasiado dinero pero un puñado de millones. Lo mismo con las salidas de Fernando Zuqui y Javier Correa, quienes hicieron uso de la opción de salida y se marcharon.

Antes se habían ido Rollheiser y Leo Godoy. Más atrás en el tiempo Santiago Núñez y Jorge Rodríguez. Siempre, en cada mercado de pases, el Pincha buscaba oxígeno económico.

En este mercado, el más largo de la historia, no vendió pese a tener ofertas por algunos. De acuerdo a su suerte en la Libertadores lo tendrá que hacer en julio o recién en diciembre. Pero antes tendrá que resolver cuál será el rol de este grupo en la vida futbolística.

Por lo pronto primero tendrá que afrontar la fase de grupos de la Copa Libertadores. Al menos cobró parte del préstamo para pagar, entre otras cosas, el dinero que faltaba depositarle al Inter de Miami por Farías. Llegó justo antes de la campana.

Estudiantes refuerzos 2025
estudiantes gillett

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE