“Los Quintana” son multitud: mesaza platense con más de 120 invitados

Con abuelos, hijos y nietos de todo el país, la numerosa familia compartió un almuerzo. Viejas anécdotas, nuevas historias, un rollo fotográfico actualizado: las postales del encuentro. Cómo se construyó el legado

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En Melchor Romero ayer durante el mediodía y la tarde se llevó a cabo un masivo almuerzo familiar. Más de 120 personas se reunieron con el objetivo de homenajear un apellido ilustre y con vasto recorrido en la Región: los Quintana.

Sin perder de vista los trazos y recorridos del intrincado árbol genealógico, los Quintana de hoy -más de un centenar de miembros- tuvieron la difícil tarea de juntar a todos los descendientes de la histórica familia sin olvidar la ascendencia, origen y principios del apellido. A pura emoción, fue ayer en el predio “El Campito” de la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de La Plata (ADULP),

La historia familiar dice que todo comenzó en la primera década del siglo XX, cuando se llevó a cabo el matrimonio entre doña Carmen Vilgré Lamadrid, descendiente del General Gregorio Araoz Lamadrid, importante lugarteniente de San Martín, y el ingeniero Víctor Quintana, primo de Manuel Pedro Quintana, presidente de la Nación Argentina entre 1904 hasta su fallecimiento en 1906.

De esta relación nacieron 4 mujeres que fueron bautizadas como: María Esther, Raquel Edith, Marta Lía y Carmen Victoria. Con el paso del tiempo, ellas contrajeron matrimonio de la siguiente manera: María Esther lo hizo con Carlos Martín Carrasco, Raquel con Roberto Herzfeld, Marta con Rodolfo Régulo Martínez, y Perla con Guillermo Lascano.

No obstante, una preocupación crecía en la mente y el corazón de Víctor Quintana: su legado era exclusivamente femenino, lo que ponía “en peligro” la continuidad de su apellido.

Ante aquel drama de época, el ingeniero les solicitó a sus hijas que, en caso de ser posible, a su descendencia le agregaran como segundo apellido el “Quintana”. Sobre ello, desde el círculo familiar afirmaron que “algunos lo hicieron, otros no, pero más allá de ello, el apellido perduró hasta la actualidad”.

La herencia de las cuatro hermanas “Quintana” fue numerosa: tuvieron 13 hijos e hijas que fueron el motor principal para que ayer, miembros de hasta la quinta generación se vieran las caras en el multitudinario almuerzo.

La organización

Tras una ardua tarea de búsqueda de una fecha en la que los más de 120 Quintanas puedan reunirse, el encuentro se concretó en La Plata.

Desde el amplio seno familiar aseguraron que fue una “tarea sumamente complicada”, ya que muchos integrantes del inusitado linaje se hallan desparramados por diferentes lugares del territorio argentino.

Quien dio el puntapié inicial en la organización y se calzó la camiseta de promotora del encuentro, fue Alicita Filpe que, junto a Dolores Carrasco Quintana y con la colaboración incalculable de Valeria Abuin, dieron forma, fecha y lugar al almuerzo especial.

En el evento histórico, en muchos casos, se reecontraron después de muchos años, primos, tíos, sobrinos y nietos. Pero, también estuvieron los que se conocieron por primera vez, haciendo más grande el legado Quintana.

Además de un espectacular almuerzo y, como suele suceder en los encuentros tradicionales, las anécdotas de los más grandes fueron escuchadas por los flamantes integrantes de la estirpe histórica. También, las preguntas comunes de un evento familiar se desplegaron: ¿cómo está el trabajo? ¿Cómo vienen los chicos en la escuela? ¿Y la salud?

Asimismo, aparecieron imágenes de antaño que los remontaron a viejas historias familiares. Por otro lado, aprovecharon para renovar la galería con fotos actuales y posteos en redes sociales.

Lo cierto es que la fraternidad, la familiaridad y la búsqueda por mantener un legado en vida, fueron los motivos principales para que una de las familias más antiguas de la Región -los Quintana- celebren un suceso único en la Ciudad.

Una familia cuyo origen se remonta al inicio del siglo XX, organizó un almuerzo masivo

 

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