El arbolado, del castigo del clima a intervenciones para la polémica

Luego de las reiteradas tormentas, la Municipalidad realizó diversas tareas que alarmaron a vecinos y profesionales agrónomos

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Después de que los últimos temporales y días de calor fuerte castigaran con dureza al arbolado, su estudio y mantenimiento volvió a ser eje de dudas: desde entidades ambientalistas volvieron a advertir sobre intervenciones en las copas que realizó la Comuna en los últimos días en, al menos, varios puntos del casco céntrico.

Sólo en lo que va del verano, en jornadas de calor extremo primero y bajo el rigor de lluvias copiosas con vientos de hasta 70 kilómetros por hora luego, cientos de árboles se vinieron a bajo en las calles, y parques públicos. Ambientalistas e investigadores en la materia vieron con sorpresa a personal enviado por la Comuna a la calle con tijeras y sierras. Los cortes de ramas plantearon un escenario de poda fuera de la temporada invernal.

“Durante todo el 2024 y lo que va del 2025 el Municipio realiza de forma permanente extracciones de árboles secos, con enfermedades o con inclinaciones que pueden generar algún peligro ante algún temporal, despuntes e intervenciones en general”, indicaron desde la Comuna.

Este tipo de tareas, que, según las autoridades “se realizan a diario”, enciende la alarma en entidades ambientalistas que ponen la lupa sobre el estado de los árboles.

“La poda grosera que se está dando desde hace varios años y ahora, en plena época de verano, es un factor importante, porque muchas veces esa poda es la eliminación de ramas de distintos tipos de árboles con distintas tareas importantes y a veces desequilibra a la planta, la cual puede quedar expuesta a inclinarse hacia un costado por mayor peso y ahí se vuelve peligroso”, explicó Lisandro de Antueno, Ingeniero Agrónomo y miembro de DNI Defendamos Nuestra Identidad de City Bell.

La poda es un proceso de corte, eliminación y reducción de ramas que mejoran la salud, apariencia y productividad de la planta. No obstante, cuando crecen desmesuradamente, se pone en riesgo la compatibilidad con la vida urbana y hasta pueden llegar a ocasionar daños o perjuicios a personas o a bienes.

A pesar de esto, especialistas sostienen esta actividad no se puede llevar adelante en cualquier momento del año y se debe realizar en temporada de otoño/invierno. “La eliminación de partes del follaje de una planta se hace cuando está en reposo fisiológico. Esto sucede cuando no está en desarrollo, es decir cuando no están brotando hojas, ni flores, ni frutos y hay una menor demanda de nutrientes”, aclaró.

Subir la copa

“Desgraciadamente, en este momento hay un concepto de ´subir la copa´ que no es muy claro. Es un argumento nada más para decir ´sacamos ramas´. Con eso, creen que mejoran la iluminación, pero están disminuyendo la sombra, la capacidad del árbol de resistir los vientos, la lluvia, de proteger, y por supuesto están disminuyendo la capacidad de intercambio gaseoso de la planta con el ambiente”, agregó el ingeniero.

Si bien en la actualidad no hay números exactos (debido a la falta de un censo forestal actualizado), se estima que en la ciudad de La Plata hay casi 62 mil ejemplares distribuidos entre 43 mil lotes.

“El arbolado público tiene ejemplares muy añosos y ha estado muchos años con un mal manejo, algunos ahuecados, otros con malas prácticas, hasta por los propios vecinos que cierran las cazuelas, los anillan o podan una mitad por las construcciones”, aclaró Natalia Acosta, ingeniera forestal de la UNLP e investigadora.

“Los árboles están en la vía pública y por tanto son de todos. Pero el Municipio es el administrador de ese recurso arborio y como tal, responsable de su cuidado”, sentenció Antueno.

 

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