Otro triunfo político de los libertarios, con sabor amargo para el kirchnerismo

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Por MARIANO PEREZ DE EULATE

mpeulate@eldia.com

Otra vez Javier Milei se salió con la suya. Un Congreso que no controla con números propios, en este caso la Cámara de Diputados, ratificó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) Nº 179 que habilita al gobierno a firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). O sea, a reendeudarse con ese organismo. Fue raspando, es verdad: 129 votos afirmativos, justito para la mayoría simple.

Para colmo, la letra del decreto aprobado no detalla la letra chica del acuerdo. Sólo menciona que los fondos deben tener como objetivo sanear la deuda del Tesoro con el Banco Central para apuntalar la baja de la inflación. Vaguedades.

Los decretos presidenciales sólo pueden derogarse si las dos cámaras del Congreso lo rechazan. Con la aprobación de una de ellas, queda firme para siempre. Ergo: en este caso, no hace falta lo que diga el Senado. Se cumplió, pues, el objetivo oficialista que tuvo la sesión de ayer, convocada de urgencia apenas 48 horas antes por el titular de la Cámara baja, Martín Menem, y que dejó un desprolijo tratamiento del dictamen para habilitarla unas horas antes.

El gobierno le debe este triunfo político a los votos afirmativos de la llamada oposición dialoguista: el PRO, el bloque de la UCR oficial, la Coalición Cívica de Lilita Carrió, parte de Encuentro Federal -los “Pichetto boys”- y ciertos diputados que responden directamente a los gobernadores, incluidos algunos del peronismo.

Así, Javier Milei logró “blindar” el DNU de la polémica -término muy usado por la política vernácula- y le puede mostrar al Fondo ese consenso político, al menos relativo, que le pedía a la Argentina como condición para abrir la billetera.

Del otro lado quedaron la izquierda dura, el pero/kirchnerismo de Unión por la Patria (orden directa de Cristina Kirchner, que es la titular del PJ nacional), sectores filo radicales como el bloque Democracia para Siempre, referenciado en Facundo Manes, y otros diputados del variopinto Encuentro Federal. Eso se tradujo en 108 votos negativos y seis abstenciones. Entre estas últimas, sobresalieron las de los representantes de los gobernadores justicialistas Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Abstenerse fue igual a ayudar a la Casa Rosada.

Así como fue un triunfo para los libertarios, no puede dejar de mencionarse que resultó una derrota para el kirchnerismo duro, que tiene un interesante número de diputados y que ayer blandió las banderas del republicanismo para oponerse al candente DNU que, en efecto, conceptualmente consagra una aglutinación importante de poder en el Ejecutivo.

CON LA PROPIA MEDICINA

Lo notable, lo que acentúa una contradicción histórica en el relato kirchnerista y que acaso hace que sea una doble derrota frente a la escuálida La Libertad Avanza, es que Milei se salió con la suya una vez más porque la ley que rige los Decretos de Necesidad y Urgencia es un invento de la propia Cristina.

Hablamos de cuando ella era senadora nacional, allá por 2006, y gobernaba el país su fallecido esposo Néstor. Época en que el entonces oficialismo tenía buenos números en el Congreso. Impulsada por Cristina, pues, se parió la Ley Nº 26.122 (en su momento muy criticada por ir en contra del espíritu de la Constitución) que estableció aquello del respaldo de una sola cámara para la vigencia y que a la postre le facilitaría al santacruceño firmar tantos DNU, y estar tranquilo por el aval legislativo, que se terminaría convirtiendo en el mandatario que más apeló a esa herramienta desde 1983 a la fecha.

Más revulsivo para el kirchnerismo duro debe haber sido el dato objetivo de que el DNU consagrado ayer gambetea la ley 27.612 de 2021, que obligaba explícitamente a que todo acuerdo con el Fondo, en tanto toma de deuda para el país, debe pasar por el Congreso.

Aquella norma generó que en 2022, cuando el cuarto gobierno kirchnerista -el de Alberto Fernández y Cristina- también recurriera a un entendimiento con el FMI para financiarse, los legisladores K no acompañaran al oficialismo de su propio cuño. Fernández terminó consiguiendo los votos gracias al opositor Juntos por el Cambio. Y Máximo Kirchner dejó la presidencia del bloque del peronismo, en lo que fue el inicio de su distanciamiento de Alberto.

En términos políticos la sesión de ayer deja planteado otro interrogante: el gobierno de Milei otra vez recibió una gran mano del PRO, el partido que lidera Mauricio Macri. Y con quien está en un espadeo constante por el armado de las listas de este año, la posible confección de una alianza y la guerra entre amarillos y violetas en la Ciudad de Buenos Aires, que irá a elecciones locales el 18 de mayo. ¿Cambiará algo el auxilio macrista que se vio ayer? ¿Habrá nuevos acercamientos entre el actual mandatario y el ex? Anoche en ambas orillas no se animaban a arriesgar pronósticos.

Saludo
En una imagen que subió a sus redes sociales, la vicepresidenta Victoria Villarruel se dejó ver ayer saludando, uno por uno, a los policías apostados fuera del Congreso con motivo de la marcha de los jubilados, “reforzada” por la oposición.

 

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